Después de la resaca de la olimpiada, que nos dio un verano y otoño largo para recordar entre triunfos y celebraciones, el Rally Cataluña-Costa Brava no podía ser menos, ya que una vez que hizo su debut en 1991, dentro del calendario del mundial de rallyes, 1992 tenía que ser la confirmación del buen trabajo realizado en esa primera edición. Nuevamente ocuparía la penúltima posición del calendario (13) y los prolegómenos no podían ser más prometedores. El campeonato llegaba al inicio del rally el 8 de noviembre, con un título en disputa entre Lancia, con Auriol y Kankkunen a la cabeza y un español que podía volver a proclamarse campeón del mundo por segunda vez, el madrileño de Toyota, Carlos Sainz. Por supuesto, el buen hacer de la organización no dejó duda de que la prueba española era un evento que se iba a mantener muchos años.
En principio, el español era favorito para hacerse con la victoria en el rally, su Toyota Celica Turbo 4WD ST185 se adaptaba mejor que el Lancia Delta HF Integrale de sus competidores a la superficie mixta de asfalto y tierra que el rally presentaba, pero todos habíamos visto cómo el coche italiano funcionaba realmente bien en cualquier superficie, por lo que la competitividad estaba garantizada.
Cuando el cronómetro se puso en marcha en los primeros tramos, Carlos Sainz y Luis Moya se colocaron delante de sus compañeros de equipo Armin Schwarz y Arne Hertz, vencedores el año anterior. Detrás, aparecía el primer Lancia de Andrea Aghini y Sauro Farnocchia y un convidado no esperado, François Delecour, quien acompañado de Daniel Grataloup, se situaba en cuarta posición, a bordo del Ford Sierra RS Cosworth 4×4. Los Lancia de los franceses Didier Auriol y Bernard Occelli y de los finlandeses Juha Kankkunen y Juha Pironen eran sexto y séptimo respectivamente por detrás de otro Lancia, el de Alessandro Fiorio y Vittorio Bambrilla.
Al final del día, Sainz consiguió vencer en la mayoría de las especiales y consiguió aventajar a sus perseguidores en un minuto y cuarenta segundos. Andrea Aghini junto a Sauro Farnocchia se situaban en segunda posición en el primero de los Lancia. Los otros aspirantes al título se situaban en cuarta y quinta posición, no sin ciertos problemas de adaptación a las carreteras catalanas. Nuestro querido Jesús Puras y su copiloto Alex Romaní en un HF Integrale, perteneciente al equipo privado Mauro Racing Team, ocupaba una muy merecida sexta plaza. Pedro Diego e Iciar Muguerza estuvieron muy regulares durante la primera etapa, sus tiempos siempre estuvieron en el puesto número 11 por tramo ocupando la misma plaza al final del día sin tener que pelear demasiado por mantener la posición.
En la segunda etapa del rally, Carlos Sainz y Luis Moya, en su Toyota Celica, se dedicaron a arriesgar solamente cuando era necesario, permitiendo que otros llevaran la iniciativa de la carrera. Aghini y Kankkunen peleaban por la segunda plaza. Auriol sufrió un gran problema en el turbo durante el primer tramo de esta tapa (13), lo que le hizo perder muchísimo tiempo entrando en el control a más de 34 minutos del mejor. Los españoles Josep María Bardolet y Josep Autet habían remontado desde la novena posición conseguida el día anterior hasta la séptima, pero una rotura en el eje de transmisión los dejó fuera de la carrera. Nuestro protagonista, el Lancia HF Integrale de Pedro Diego mantuvo su constancia, aunque con algún problema en los tramos 17 y 18, aun así, pudo remontar varias posiciones hasta ocupar la octava, aprovechando el abandono de algunos corredores que le precedían.
El último día fue un trámite para Sainz, que se coronó como campeón tras aventajar en 36 segundos al finlandés Kankkunen, que había vencido la batalla sobre su compañero de equipo Andrea Aghini, quien se situó tercero. El último de los Lancia, el pilotado por el hijo del que fue jefe de Lancia Cesare Fiorio, Alessandro y su copiloto Vittorio Brambilla, ocuparon la cuarta plaza. El otro Toyota, el de Armin Schwarz terminó la prueba en quinta posición por delante de Jesús Puras. Nuestros protagonistas, Pedro Diego e Iciar Muguerza ocuparon la octava plaza en la clasificación final detrás del uruguayo Gustavo Trelles y su copiloto, el argentino Jorge Del Buono, culminando una gran actuación con un gran resultado.
Con esta victoria, Sainz dio un salto muy importante en el campeonato situándose líder del mundial con dos puntos de ventaja y una única prueba por delante: el RAC, donde logró un nuevo triunfo y se proclamó campeón del mundo por segunda vez.
Para los que no conocéis a Pedro Diego, decir que el cántabro fue un piloto de Rallyes, campeón del Rally de Asturias de 1992 y cuatro veces campeón de España del campeonato de Rallyes de tierra junto a su copiloto más longevo, Tomás Aguado, con cuatro coches diferentes: Lancia Delta (1996), Toyota Celica (1997), Subaru Impreza (1998) y Ford Escort WRC (1999). Se retiró muy joven, con 32 años después de un decepcionante año 2000, donde sufrió un sin fin de averías (8) y se convirtió en un empresario de éxito. Él decía que prefería convertirse en un empresario joven en vez de un piloto viejo. En mi opinión, abandonó pronto, 32 años no corresponden a un piloto mayor. Podía haber conseguido más triunfos. Seguro.
Lancia Delta HF Integrale RACC 1992 SCX-Hobby Classic-Joaquimoslot
De la mano de Scalextric, Hobby Classic y Joaquimoslot nos llega una nueva versión del Lancia Delta integral del fabricante español con decoración Marlboro y correspondiente al Rally Cataluña-Costa Brava de 1992, pilotado por los españoles Pedro Diego e Itziar Muguerza, en las versiones, tan de moda ahora, limpio y sucio. El coche no ofrece unos acabados espectaculares que mejoren notablemente las otras reproducciones que Scalextric ya ha comercializado, aunque si ofrece algún que otro detalle que mejora la vistosidad del coche. Eso sí, sin alardes
La pintura no se ha cuidado lo suficiente, vemos detalles entre el rojo y el blanco de la carrocería que necesitan una mejor definición, además, dependiendo de cada unidad, los fallos se dan en diferentes partes del coche. Los diferentes elementos de la decoración, logos, etc… por el contrario se muestran muy correctos y sin errores de bulto.
El frontal no ofrece nada que no hayamos visto ya. La reproducción de Scalextric se muestra algo más que digna, quízás algo compacta respecto al modelo real, pero luce bastante bien. Destacan los logotipos de la tabaquera en los faros delanteros como en el coche real, la presencia de todos los sponsor y logotipos que mostraba el coche real sí están presentes en esta reproducción. No echamos en falta ninguno
La zaga tampoco ofrece grandes variaciones de calidad respecto a otros Lancia Delta, es correcta y luce bien. Se agradece el esfuerzo del fabricante en pintar los cierres, tanto del portón como del capó, pero debería haber cuidado más la ejecución. La pintura está movida y consigue que la experiencia sea casi peor.
La novedad que ofrece este Lancia Delta respecto a sus predecesores se sitúa en las llantas delanteras. Los ventolines hacen que el coche luzca mucho más espectacular, pero en mi apreciación se ven desmerecidos por unas llantas a las que no encuentro pintura por ninguna parte y me aventuraría a decir que en los ventolines tampoco, aunque su acabado es mucho más fino y elegante. La diferencia de blancos entre las llantas y los ventolines es notable y en mi opinión pierden bastante vistosidad dando la impresión de parecer más un juguete que una maqueta. Es algo que le está ocurriendo últimamente a los últimos modelos de la marca catalana. Corregidme si me equivoco, pero esa es mi impresión.
El interior, igualmente se presenta como en otros Lancia Delta. Es cierto que ciertos elementos se han decorado, pero también se ha realizado en el Lancia Delta HF Integrale del Rally de Monte Carlo de 1993 pilotado por Auriol, con decoración Totip del mismo fabricante. Echamos de menos un mayor trabajo en este punto, máxime estando presentes fabricantes artesanos tan notables como los que están detrás del producto. En definitiva, no hay nada nuevo que aporte gran vistosidad al coche desde el punto de vista de los elementos que decoran el interior.
Dinámicamente sí que hay diferencia entre este Delta y los anteriores de la marca. Un rediseño del chasis para poder incluir el motor de tipo mabuchi apuesta por una conducción sobre imán y deja atrás el chasis que apostaba por el montaje de motores RX91 4×4. El coche también ha perdido la tracción total al retirar el eje delantero y ser sustituido por dos semiejes, lo que no sé cómo se traducirá en pista, pero, desde el desconocimiento, me temo que el coche perderá prestaciones. Al final, la fabricación de chasis 3D que permitan otras configuraciones va a ser quien le proporcione mejores prestaciones a este Lancia Delta HF Integrale.
La última vuelta.
Este Lancia Delta HF Integrale fabricado por SCX y comercializado por Hobby Classic y Joaquimoslot no es una reproducción que aporte demasiado valor a las marcas implicadas. Es un Delta más, con un atractivo sin duda excepcional debido a su gran decoración, con un acabado, en mi opinión, insuficiente, que te deja con un sabor agridulce de lo que podía haber sido y no fue y que como gran novedad incluye los ventolines en un blanco diferente del de las llantas, que están sin pintar.
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