Mini 1275GT Longman 1979

por | Abr 7, 2023 | Hornby, Superslot, Turismos

El británco Richard Arthur Longman, nacido en la India en 1946, fue campeón dos años seguidos de la BTCC a bordo del Mini 1275GT preparado por él mismo para el equipo Patrick Motorsport. Posteriormente, en 1982 renovó victoria a bordo de un Austin Metro HLS y más tarde, en 1984 volvió a conseguir el entorchado, pero esta vez montado en un Ford Escort MK3 RS1600i. Su ciclo en la BTCC lo cierra en 1986 con su última victoria sobre un Ford Escort RS Turbo

Mini Longman

El Mini 1275GT Longman fue quizás el único Mini que realmente fue concebido para competir y que en su corta vida consiguió un éxito arrollador, aunque sus ventas en el modelo de calle no fueron todo lo boyantes que la British Leyland (1968-1986), propietaria de la marca, esperaba.

Mini 1275GT

Mini 1275GT

El primer modelo de Mini que nació en 1959 estuvo durante 10 años en boca de todos, momento en el que la British Leyland decidió ampliar la gama del utilitario. Para ello introdujo la variante Clubman, que remplazaba los antiguos Wolseley Hornet y al Riley Elf.

Mini 1275GT

Y aunque el Clubman montaba el motor de 38cv del Mini original, se pensó que era el momento de dotarle de un motor más potente y deportivo con 1275cc y 57cv para sustituir al mítico Mini Cooper. El salto de potencia no era tal, porque el modelo del Mini Cooper más alto de la gama, el Sport (S) explotaba la potencia hasta alcanzar los 76cv.

Mini 1275GT

Pero no era el motor de lo que la prensa especializada y los propios fans de la marca hablaban. Se trataba sobre todo de su cambio estético, el Mini 1275GT se exhibía mucho más angulado que su predecesor y su protección más acusada contra golpes era lo que traía en jaque a sus clientes. Roy Haynes fue el encargado de rejuvenecer al Mini, y aunque su pasado en Ford gozaba de buen aval, la realidad es que este nuevo Mini no gustó demasiado.

Mini 1275GT

El mercado también se mostraba reacio a esta nueva versión debido a la incursión en Europa de los coches japoneses y a la casi obsesiva fijación de los coches alemanes por entrar en el segmento. En 1971 había casi 320.000 Minis fabricados y a finales de los 70 la cifra se había reducido a la mitad. La British Leyland perdía bastante fuelle y decidieron que había que hacer algo para volver a colocar a su más representativo modelo en lo más alto.

Mini Longman

Habían pasado 15 años desde que Mini había triunfado en el mundo de los rallys y se decidió que la nueva competencia para el pequeño inglés fuera el BSCC (British Saloon Car Championship, antiguo BTCC). Para ello, la British Leyland se acordó de uno de los hombres que ya había tenido bastante historia con Mini en la época donde la British Motor Corporation era la propietaria de la marca y que además era un reputado preparador, Richard Longman, quien se apoyaba en los concesionarios de automóviles Patick Motors, Puso como condición pilotar el mismo los coches. La British Leyland aceptó y el Mini 1275GT Longman dio sus primeros pasos.

Mini Longman

Longman llevó al Mini a su taller y afinó los 1275cc del GT a 120cv, potencia suficiente para competir en la categoría de 1300cc, sin embargo, el coche, a pesar de su mejoría, se quedaba escaso en velocidad punta en las rectas respecto a sus rivales más musculados. Era en las curvas donde su manejabilidad sacaba su mayor potencial, siendo un coche ágil y mucho más rápido que sus rivales.

Mini Longman

El tiempo dio la razón a Longman y el pequeño Mini fue una apisonadora en los campeonatos de 1978, donde en su clase consiguió 11 victorias de 12 pruebas disputadas, y de 1979, donde el bagaje fue de 10 sobre 12 carreras. Todo un logro en la época.

Mini Longman

Pero las ventas eran las ventas. Mientras el pequeño Mini 1275GT cosechaba victorias en la pista, sus números en los concesionarios no subían, lo que hizo que en 1980 la British Leyland sustituyera el Mini por el nuevo Austin Metro. Más tarde BMW adquiriría la Marca y revitalizaría al Mini haciendo de él lo que es hoy en día

Mini Longman

Mini 1275GT Superslot

El fabricante británico Superslot nos deleita esta vez con un coche cuya vida fue efímera pero muy fructuosa en cuanto a su carrera deportiva se refiere. El Mini 1275GT Longman  consiguió en 1978 11 victorias de las 12 pruebas del campeonato BTCC y 10 de las 12 del año siguiente. El coche es una apuesta más de Scalextric inglés por su sentido patrio de la competición y la verdad es que yo también estoy contento de que siga esta política.

Mini Longman 1979

Pero entrando en el coche, quizás el modelo real se mostraba algo más angulado que esta reproducción, más redondeada, aunque tal vez sea más una apreciación subjetiva que algo real, pero no dejo de verlo un tanto raro.

Mini Longman 1979

Y es que este modelo en sí me tiene un poco despistado, y no es porque Superslot no haya sido fiel a la reproducción, que lo ha sido, si no porque el coche exhibe unos logotipos correspondientes a un campeonato en el que nunca participó por razones obvias. La BRDC (British Racing Drivers’ Club) era un campeonato dedicado a los coches de Fórmula. Quiero entender que sería un sponsor más, pero no me deja de llamar la atención.

Mini Longman 1979

Siguiendo la línea de los coches de Superslot, nuestro Mini 1275GT Longman está perfectamente decorado, todos los elementos que presenta el coche están muy bien definidos y sin transparencias, quizás algún logo no esté perfectamente situado tal y como aparecía en el modelo real, pero en general el coche está muy logrado. El único temor es el blanco, que con el tiempo pueda amarillear como en otros modelos de la marca. Veremos

Mini Longman 1979

El frontal, que es lo que más llama la atención de este Mini, está muy bien realizado, mi unidad muestra algún pequeño picotazo en los intermitentes, por lo demás está francamente bien terminado. El paragolpes es una gozada, tanto el delantero como el trasero.

Mini Longman 1979

Mini Longman 1979

La calandra tiene un aspecto tremendo. Perdonable es el logo de Mini en el centro. Su diminuto tamaño no ayuda a que su realización sea perfecta

Mini Longman 1979

La zaga solo se queda atrás por su posición en el coche. Todos sus elementos rinden a muy buen nivel. Destaca el portaluces para la matrícula, pero tratándose de un coche en carrera de circuito no la monta

Mini Longman 1979

Otros detalles, como la tapa del depósito de la gasolina o el espejo retrovisor adelantado también se exhiben con orgullo justificado.

BTCC 1979

BTCC 1979

Las llantas y neumáticos son un ejemplo más del buen hacer del fabricante. Perfecto en cotas y detalles.

BTCC 1979

BTCC 1979

Si algo me ha gustado especialmente de este Mini 1275GT ha sido el interior, poder atisbar los cromados de los relojes o comprobar que las barras hacen acto de presencia me da mucha alegría. Será porque últimamente encuentro coches mucho más caros que no muestran este tipo de detalles.

BTCC 1979

Eso sí, el volante se ve como los relojes de Dalí.

BTCC 1979

No sé si merece la pena hablar de su dinámica, pero una foto del chasis puede ayudar a los más avezados en la mecánica a hacerse una idea de lo que les espera si tratan de poner a esta cucada en la pista.

BTCC 1979

La última vuelta

Que Superslot está dentro de mis fabricantes favoritos no creo que haya ninguna duda, pero es que lo que ofrecen, en su mayoría de las veces, supera con creces lo que se le exige a un coche de 50 euros, por lo que estoy encantado de añadir otro modelo de su fabricación en mi colección. Cierto es que no se trata de un Mini superventas, pero no deja de ser un Mini, que es diferente de todo lo comercializado hasta ahora y que tiene su hueco en la historia del automovilismo deportivo.

Mini 1275GT

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