Homenaje a Paddy Hopkirk
El pasado 21 de Julio nos dejó uno de los pilotos de rally más respetados de todos los tiempos. Alguien que consiguió el triunfo en el Rally de Monte Carlo de 1964 al volante de un Mini Cooper del equipo BMC, por delante de coches tan importantes como el Ford Falcon, el Saab 96, el Volvo PV544 o el Mercedes 300 SE. El norirlandés Paddy Hopkirk.
Patrick Barron Hopkirk (miembro de la Orden del Imperio Británico desde 2016) vino al mundo en la localidad de Belfast el 14 de abril de 1933 y fue criado dentro de la religión católica en el Clongowes Wood College, situado en el condado de Kildare. Más tarde continuó sus estudios en Dublín, en el Trinity College, sin embargo, su pasión por los coches y su marcada dislexia le sirvieron para apartarse del mundo académico y adentrarse en el mundo del motor, donde ya desde la edad de 9 años, había comenzado a hacer sus primeras piruetas subido al coche que un clérigo local le había legado tras su muerte.
Su padre le aleccionó mientras estuvo en el Trinyty College para estudiar ingeniería y fue allí donde compró su primer coche, un Austin 7 “Chummy” Tourer, con el que debutó en un rally local. No tardó en abandonar los estudios para trabajar para la Volkswagen en Ballsbridge (Dublín), ensamblando chasis, lo que le permitió poder adquirir baratos algunos Beetle de segunda mano para participar en diversas carreras.
La primera victoria llegó en 1953, al poco de dejar los estudios, en la subida al Caimcastle (Casimcastle Hill Climb) en uno de los VolkWagen Beetle que había adquirido. Victoria que, de la mano de Isaac Agnew (fundador de la actual Agnew Group, entonces un concesionario Volkswagen) quien le regaló un nuevo Beetle, le permitió participar ese mismo año en la carrera “Circuito de Irlanda”. Al año siguiente, ya consiguió ponerse delante en la prueba y liderarla durante el primer día de la competición.
En 1955 llega su primer triunfo como profesional en el Circuito de Irlanda y obtuvo su primer Trofeo Hewison al mejor piloto irlandés de ese año, título que renovó durante los tres años posteriores. Por entonces conducía un Triumph TR2 que provocó que la Estándar Motor Company se fijara en él y augurándole un futuro prometedor le ofreció el primer coche de fábrica, un Standard Ten con el que lideró en el RAC de 1956 hasta que problemas mecánicos truncaron su carrera. Unos meses después, subido a un Standard Eight alcanzó el podio en el Tulip Rally de Holanda, su primer rally fuera de las islas.
En 1958 Hopkirk ficha por el Grupo Rootes y sobre un Hillman Husky participa en el Rally Safari sustituyendo a Mike Hawthorn, campeón del mundo de F1 en esa temporada, quien había sufrido un accidente de tráfico que se llevó su vida. Unos meses después participó en el Alpine Rally subido a un Sunbeam Rapier y en 1960 lideró el rally Safari hasta que el diferencial del Rapier dijo basta. Consiguió dos triunfos en 1961, uno el Alpine Rally y el otro en el Circuito de Irlanda, donde repitió victoria al año siguiente . Rootes le hizo participar en carreras de circuito, como en el gran Premio de Inglaterra de Turismos, siempre a bordo del Rapier.
En 1962, participa en el rally Monte Carlo y acaba en tercera posición, pero se siente frustrado debido a la fragilidad del Sunbeam Rapier, la cual culmina en el Acrópolis de ese año donde los tres coches participantes revientan sus motores.
Influido por Patt Moss y su buen hacer con el Austin-Healey 3000 decide fichar por la British Motor Corporation y debuta con el 3000 en la carrera maratón Lieja-Sofia-Lieja en agosto. Después vien el RAC donde se sube al segundo puesto del cajón, a pesar de verse obligado a terminar el último tramo con un neumático destrozado debido a un pinchazo.
Y para el Rally de Monte Carlo de 1963, la BMC le ofrece pilotar su flamante Mini, al final del evento, Hopkirk ocupa la sexta plaza, pero los pequeños coches del fabricante británico impresionan por su ritmo y maniobrabilidad. Esa misma temporada, el norirlandés termina sexto en el Lieja-Sofía-Lieja y cuarto en el RAC y consigue el triunfo en la clase Touring y la general en hándicap en el Tour de Francia, prueba en la que los Jaguar se mostraron intratables.
Junto a Henry Liddon protagonizaron la machada en 1964 de coronarse reyes en el Rally de Monte Carlo al volante de un Mini Cooper S del equipo BMC y su actuación fue fundamental para que BMC consiguiera la victoria por equipos junto a Timo Mäkinen , cuarto en la general y Rauno Aaltonen, octavo. Hopkirk, de la noche a la mañana se convirtió en un hombre famoso, recibió felicitaciones del primer ministro inglés e incluso del grupo musical The Beetles. Meses después participó subido en un Austin-Healey en el Rally de los Alpes Austríacos (Österreichische Alpenfahrt) en el que consiguió una nueva victoria que repetiría 2 años después al volante esta vez de un Mini.
Durante los años 1965, 66 y 67 el BMC Works Team se lleva al norirlandés a Australia y participa en la Bathurst 500 para coches de calle en el circuito del Monte Panorama donde obtiene un sexto puesto (tercero en su categoría) como mejor resultado. En Europa consigue en 1965 el triunfo en el Alpine rally y otra vez en el Circuito de Irlanda, repitiendo posición dos años después. Victoria en el Alpine Rally de 1966 y 1967 y otra memorable victoria en el Acrópolis de 1967. Año en el que celebra matrimonio con su novia Jennifer, con quien concibe tres hijos Katie, Patrick y William. Jennifer Hopkirk fue nombrada Gran Sheriff de Buckinghamshire en 2005 y Teniente de alcalde de Buckinghamshire desde 2006 a 2011.
Hopkirk sigue recibiendo reconocimientos internacionales. En 1967 es elegido miembro vitalicio del Club británico de Pilotos de Carreras, años más tarde es nombrado presidente del Registro Histórico de Coches de Rally y se convierte en patrocinador de la organización benéfica para discapacitados WheelPower
Pero una de las actuaciones por la que es más recordado el bravo piloto belfiano fue la que llevó a cabo en 1968 en la Maratón Londres-Sidney, cuando renunció a toda opción de victoria al detener su coche en la penúltima etapa de la carrera para rescatar al equipo líder hasta ese momento, Bianchi-Ogier quienes habían sufrido un accidente al chocar de frente con su Citroën DS contra un vehículo particular, que se suponía no debería estar allí al tratarse de un trazado cerrado al tráfico. Paddy Hopkirk junto a su copiloto Tony Nash no dudaron en detener el coche y sacar a los heridos de ambos coches mientras las llamas empezaban a ser protagonistas en ambos vehículos. Es probable que Lucien Bianchi no hubiera sobrevivido de no ser por la intervención de Hopkirk y Nash. Una vez que los heridos estuvieron a salvo de las llamas, corrieron a avisar a las autoridades para evitar males mayores en aquel punto. Al final terminaron el maratón en segunda posición por detrás del Hillman Hunter pilotado por los británicos Andrew Cowan y Colin Malkin
También, en 1968 Hopkirk participa en el rally de Portugal obteniendo la segunda posición En 1969 es segundo en el Circuito de Irlanda y en el RAC. Un año después tras la cuarta posición en el Rally Copa del Mundo Londres-México subido a un Triumph 2.5 PI decide bajar el ritmo de competición.
Años más tarde participa, junto a Mike Taylor nuevamente en la Maratón Londres-Sidney montado en un Citroën CX 2400 y curiosamente ocupa la tercera plaza por detrás de Claude Laurent y Jean-Claude Ogier, a quien había rescatado 9 años antes. En 1994 vuelve a participar en el Rally de Monte Carlo con un Mini Cooper del fabricante Rover Group. Un coche actualizado a los años noventa, muy diferente de aquel que le llevó a la victoria tantos años atrás y que llevó, a pesar de todas las limitaciones del coche a una más que digna la sexagésima posición.
En 2010 obtiene un nuevo reconocimiento en el Rally Hall of Fame apareciendo junto a Timo Mäkinen, Rauno Aaltonen y Erik Carlsson. Paddy Hopkirk falleció el pasado 21 de Julio de 2022 en el Hospital Stoke Mandeville a los 89 años. Sirva esta entrada como mi pequeño homenaje al bravo piloto norirlandés.
La última vuelta.
Superslot comercializó hace algún tiempo este Mini Cooper S, campeón del Rally de Monte Carlo de 1964 y que me alegra poder disfrutar de una unidad y a su vez, poder escribir unas líneas sobre el piloto que lo condujo a la victoria. No voy a hablar sobre la reproducción del coche para no hacer demasiado larga la entrada. Solo decir que es un ejemplo serio del buen hacer del fabricante británico.
wasky nen!!!, aun escribiendo articullios 👏🏻👏🏻👏🏻😉👍🏻 muy bueno este y las fotos estan de conya, me pasaré por aquí más frecuentente sabiendo que estàs al pie de pista… un abrazo😉
Gracias Joan! Otro!