Guy Fréquelin y Jaques Delaval, subidos a un Porsche 911 Carrera RSR participaron en la carrera Tour de France Automobile de 1976 en una edición que estuvo marcada por la presencia masiva de vehículos del fabricante alemán y la poca implicación de los equipos franceses, de los cuales únicamente Alpine Renault se tomó en serio su participación.
Tras los cambios de normativa que eliminaban la gran mayoría de las pruebas en montaña, la carrera se disputó en formato de rally. 119 participantes, partieron de Nancy y después de completar las 17 etapas especiales, a través de Mâcon, Orleans, Tarbes y La Grande-Motte solo 50 consiguieron llegar a Niza.
Tour de France Automobile 1976
Después de recorrer los 4.000 kilómetros estipulados en el Tour de France Automobile de 1976, cuatro Porsche ocuparon las cuatro primeras posiciones al llegar a Niza por delante de un B.M.W. 3.0 CSL, también alemán, que acompañaba otros 13 vehículos germanos en las primeras 15 posiciones. Tan solo pudo salvar el orgullo patrio Alpine-Renault con dos de sus coches en las posiciones sexta y octava. Siendo la sexta la de las francesas Christine Dacremont y Evelyne Vanoni a bordo de un A310 y obteniendo la victoria en la categoría de Damas, y la octava, la ocupada por Pierre Mény y Guy Berger sobre un A110.
Pero quizás el fracaso más estrepitoso no fue el de los coches del país del gallo, si no del representante más importante italiano: Lancia, cuyos Stratos fueron incapaces de terminar la carrera, sin embargo, los Alfa Romeo pudieron soportar los ochocientos kilómetros de carreras en circuito y trescientos kilómetros de tramos cronometrados aunque sin ser demasiado competitivos
En esta 35ª edición no faltaron alicientes para disfrutarla, comenzando con un itinerario cuidadosamente elegido y muy equilibrado, donde tanto las monturas como los pilotos de rally y de circuito partían en igualdad de condiciones. No demasiados ilustres participaron en la carrera, Beguin, Andruet, Ragnoti, Nicolas, Fraequelin o Saby eran los nombres más destacados entre el elenco de pilotos, sin embargo, el nivel de pilotaje fue bastante elevado.
La prueba no gozaba del atractivo suficiente para traer a pilotos y marcas extranjeras, el importe de los premios se había reducido mucho, el nuevo formato, aún cumpliendo con las leyes francesas no era el más atractivo y los costes de participación no eran sufragados en su totalidad por los sponsors de los coches, por lo que en los últimos dos años la prueba había disminuido de nivel. La idea era relanzarla para que volviera por sus fueros, pero hacía falta un dinero del que la organización no disponía.
La carrera
La carrera dio comienzo el 17 de septiembre de 1976 y la lucha entre los Stratos y los Porsches se sirvió desde el principio con los Alpine Renault pisándoles los talones a la espera de su oportunidad.
El Alpine Renault A310 de Jean Ragnotti y Jean-Pierre Aujoulet no pasó de los dos primeros kilómetros cuando perdió una rueda mal atornillada rompiendo el eje trasero y obligando a la retirada. Jean Pierre Nicolas junto con Vincent Valverne en otro A310 sufren problemas en la caja de cambio, la cual pueden cambiarla, pero pasan al puesto 82, más adelante cuando iban remontando problemas en el embrague les obligan a retirarse. Los otros A310 también han de retirarse por problemas de motor salvo el pilotado por las francesas Christine Dacremont y Evelyne Vanoni que siguen adelante hasta la sexta posición final.
Los Lancia no tienen mejor suerte. Saby se muestra muy prudente con su Stratos V6; tanto que termina retirándose por problemas de motor, Andruet, en el otro Stratos sufre un eterno calvario debido a que cuando el coche era trasladado en el camión de transporte no fue correctamente amarrado con lo que ya llegaba tocado y obligado a que, ya en carrera, tuviera que cambiar el carburador del motor y las bujías varias veces, lo que se traduce en gran pérdida de tiempo y retirada por problemas de motor.
Ni siquiera Porsche se salvaba de la criba, Jean-François Mas y Maurice Gélin tenían problemas en la bomba de inyección de su 911 Carrera que se negaba a funcionar y abandonan, Guy Fréquelin y Jacques Delaval, que son líderes en ese momento, superan sus problemas con el acelerador y aunque habían perdido casi 11 minutos empiezan a remontar. Jacques Henry y Bernard-Etienne Grobot que lideran la prueba pierden dos minutos para solucionar algunos problemas en su Porsche 911 Carrera RSR.
Pasado Dijon, Fréquelin es tercero detrás de Jacques Alméras y Tilber en el Porsche 934 turbo, pero se muestra evidente que los 11 minutos que perdió frente al líder Henry son un handicap insuperable. Sin embargo, la aparición de la niebla y la lluvia en el Ardèche, Le Burzet y el Moulinon llevaron a Fréquelin a remontar y colocarse primero, pero las luces rojas de un accidente de tráfico le despistan y pierde el coche sufriendo un accidente. Henry solo tiene que llevar el coche por su sitio para conseguir la victoria.
Almeras se ve superado tras perder más de 10 minutos en la niebla por sus compatriotas Bernard Béguin y René Boubet en otro 911 Carrera del Grupo 3 y llega a Niza ocupando la tercera plaza.
Henry y Grobot consiguen la victoria total y en grupo 4-5 sobre el Porsche 911 Carrera RSR, Béguin y Boubetocupan ocupan la segunda plaza y son primeros en grupo 3 con su Porsche 911 Carrera, terceros son Almeras y Tilber en un 934 Turbo, siendo segundos en el grupo 4-5. Más tarde, aparecen Jan-Hug Hazard y Thierry Bonnet en quinta posición con su BMW 3.0CSL siendo primeros en grupo 2, y en el puesto diez, liderando el grupo 1, aparecen Henri Greder y Céligny al volante de un Opel Kadett GT/E.
Porsche 911 Carrera RSR 3.0 Tour de Francia 1976 Fly Slot Car
La madrileña Fly ha puesto en circulación un nuevo (otro más…) Porsche 911, pero en esta ocasión, a pesar de ser el enésimo Porsche 911 de la marca de Rafa Barrios, hay que decir que las modificaciones en el molde han hecho que sea un vehículo muy coleccionable. La reproducción elegida, en mi opinión es todo un acierto. Se trata del Porsche 911 Carrera RSR 3.0 (aunque Fly lo rotula como “Porsche Carrera RS”) con el que Guy Fréquelin y Jaques Delaval participaron en el Tour de Francia automovilístico de 1976 con resultado de accidente.
Es una decoración preciosa y el coche estéticamente se ve muy bonito, su presencia en la pista es imponente, pero si tenemos que ser fieles al modelo real, no podemos dejar de comentar que presenta algunas diferencias importantes. La más llamativa quizás sea el color dorado, que en el coche de Fly tiende a amarillo mostaza, mientras que en el modelo real el tono tono se inclina más hacia el bronce.
Y así como el color es un factor importante, no lo es menos el defecto de molde que omite las salidas de aire por detrás de los pasos de rueda delanteros (muy bonitos, por cierto) antes de las puertas, algo que se debe a la reutilización (una vez más…) del mismo molde del 911, quizás este sea un error más perdonable por el esfuerzo que debe ser modificar el molde que el anterior error del color, que no tiene excusa. Por lo demás la decoración luce bastante bien con los logos perfectamente definidos y sin los odiados dientes de sierra. Lástima que el barnizado posterior cuartee un poco en algunos lugares como en el paso de rueda.
Se han realizado las modificaciones pertinentes en el frontal y el trabajo realizado es muy bueno, con una gran similitud con el coche real. Luce espectacular.
La zaga igualmente es de buena factura, aunque se echan en falta los dos escapes que montaba el coche real. Tampoco reconozco los dos protectores negros laterales que aparecen en la reproducción de Fly, pero pudiera ser una pieza que se ponía y se quitaba en cualquier momento (o no…).
Las llantas Fuchs típicas del 911 son un elemento que Fly ha sabido explotar con su buen hacer. Igualmente, los pasos de rueda traseros se ven increíbles, lástima que les falte esa línea negra que los delimitaba con el resto de la carrocería.
Lo que sí tiene fuerte este Porsche 911 Carrera RSR es el interior decorado con esmero que luce con brío ante la mediocridad de otras reproducciones. Los relojes, el cuaderno y los pilotos están realizados con mucho mimo y eso engrandece a la marca.
Pero si este Porsche 911 Carrera RSR tiene algo que le hace espectacular es sin duda el gran alerón de doble ala que consuma la decoración. Un elemento que le hace diferente a otros Porsche de la marca madrileña y que engrandece la variedad.
La última vuelta.
Fly nos ofrece este Porsche 911 RSR Carrera (otro 911 más…) muy coleccionable al ser diferente a muchos de los 911 que nos viene ofreciendo últimamente y de los cuales, tengo que decir, que estoy agotado. Lo mismo me ocurre con los R5 Turbo, los 250 GTO, Lancia 037 y algún que otro modelo más. Todos los años anuncia novedades y todos los años nos deja con las ganas de conseguir algún molde nuevo. Este 911 Carrera RSR es muy bonito, bien realizado, con una decoración acertadísima y muy coleccionable, pero ya parece que Fly siempre es más de lo mismo.
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