Mientras en España nos preparábamos para el mundial de Naranjito, en el mundo del motor se lloraba por ese fatídico 8 de mayo de 1982 en el que el canadiense Gilles Villeneuve perdía la vida en el circuito de Zolder, durante la clasificación del Gran Premio de Bélgica al volante del Ferrari 126 C2 como consecuencia de una colisión con el March de Jochen Mass.

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