1997. Snake Plissken (Plissken, el serpiente) es llamado para liberar al presidente de Estados unidos que está secuestrado a consecuencia de un ataque terrorista que derriba su avión en las calles de Manhattan, la cual se ha convertido en una Megaprisión. Al otro lado del globo, en la vieja Europa, los señores de Ford siguen esperando una victoria en el campeonato de rallyes, con un coche, el Ford Escort WRC, que destaca entre las tortugas que no son ninja, pero no puede pelear por estar en el puesto más alto del cajón.
Sin embargo, no deja de ser sorprendente que en los dos primeros rallys del campeonato el coyote se parezca al correcaminos cuando alcanza los dos segundos puestos en liza frente a los gallitos del mundial, de quienes los más pitonisos vaticinaban un dominio aplastante en el campeonato. Los Impreza capitaneados por un McRae, muy mimadito por mi nada estimado David Richards y los Lancer donde Makinen, que venía de ganar el campeonato anterior, eran los enemigos a batir. Las victorias, en lo que iba de campeonato, se las habían repartido entre ambas marcas y parecía que iba a seguir siendo así.
Así que, sin hacer ruido, Sainz llego a liderar el campeonato después de esas dos primeras carreras, luego varios abandonos y un décimo puesto en Cataluña dejaba sus opciones muy mermadas. En el ecuador del mundial, llegó la cuadragésimo cuarta edición del Rally de Acrópolis, prueba que se correría sobre tierra, donde los neumáticos Michelín parecían tener un punto de ventaja sobre los Pirelli y donde las manos de los pilotos marcaban la diferencia entre los buenos y los mejores.
Y allí llegaron los Subaru y los Mitsubishi, quienes estaban intratables y la pelea por el título estaba entre ellos. Collin McRae junto a Nicky Grist en el asiento del miedo salieron muy fuertes y su Subaru Impreza 555 WRC 97 se situó rápidamente en cabeza. El Mitsubishi Lancer EVO IV de Tommi Mäkinen y Seppo Harjanne ocupaba la cuarta plaza por detrás de otro de los Subaru, el de Kenneth Ericsson y su compañero Staffan Parmander. Y un sorprendente Carlos Sainz, que movía el volante de un lado a otro como si fuera la espada de un Jedi se subía, junto a su inseparable Luis Moya, al segundo puesto de la general sin mayores problemas.
La debacle de Subaru comienza ya en el segundo tramo. Un “problema” en la dirección del coche del escocés hace que se salga de pista y tenga que abandonar. Mäkinen espabila y pasa por delante de todo aquello que se le cruza terminando en primera posición por delante de un Eriksson que parece devolver a la realidad a Carlos Sainz, quien tiene varios problemas, pero que aun así acaba tercero. Juha Kankkunen junto a Juha Repo, en el otro de los Ford Escort WRC ocupan la cuarta plaza por detrás del español a tan solo 3 segundos. Un tal Richard Burns aparece detrás del nórdico en un Mitsubishi Carisma EVO IV GT.
En el tramo 3 no cambia nada, salvo que Eriksson sigue en lucha con el Ford Escort WRC de Sainz a quien adelanta en un segundo al terminar el tramo. Después de las siguientes dos especiales, todo ha cambiado, Eriksson sitúa al Subaru en primera posición. KKK en el Ford Escort WRC se coloca inmediatamente detrás de él, Burns es tercero y Makkinen cuarto. Sainz se empieza a descolgar con el Ford Escort WRC con algún que otro problema.
En el 6, después de las asistencias, Eriksson dice adiós a la carrera. Nuevamente, la dirección se rompe en el Subaru y Kankkunen aprovecha la situación para liderar la prueba por delante del Carisma EVO IV de Burns. Tercero es Mäkinen y cuartos llegan Carlos Sainz y Luis Moya a ya 1:23 minutos de la cabeza al final de la jornada.
En la segunda etapa, Sainz se pone la gorra hacia atrás y aprieta los dientes, el español empieza la remontada: 11 segundos en el 8, 5 en el 9, 2 en el 10, 4 segundos en el 11, otros 2 en el 12, 10 en el 13 y otros 12 al acabar el día, haciendo scratch en 5 de los 7 tramos de los que consta la jornada. Se sitúa segundo, por detrás del Finlandés y prácticamente les arranca las pegatinas a Burns que sigue tercero y a Mäkinen que sitúa su Lancer EVO IV en la cuarta plaza.
La tercera etapa comienza como la segunda. Un Sainz inconmensurable se lee la prensa española, donde ya nadie da un duro por él y decide cerrar boquitas a todos. 15 segundos recorta sobre Kankkunen que ve que qu el español se le acerca peligrosamente. En el 16 los dos Ford Escort WRC mantienen el tipo y el español solo puede recortarle un segundo al finlandés. En el 17 el madrileño ya está a 18 segundos de su compañero de equipo y en el 18 a tan solo 16 segundos. Faltan dos tramos y el rally está en manos de cualquiera de los dos pilotos de Ford. A Malcom Wilson, Team Principal (que se dice ahora) de Ford, ya no le quedan uñas que morderse.
En el penúltimo tramo de la prueba el equipo decide que Kankkunen frene y pierde 24 segundos para que Sainz, único con opciones en el mundial se coloque primero con 8 de ventaja sobre el finlandés. En una entrevista le preguntaron a Kankkunen qué le parecía la maniobra y como gran caballero que es restó importancia a la situación. Todo un abismo entre Malcom Wilson y David Richards.
En el último tramo Sainz incrementa la ventaja sobre el otro Ford Escort WRC terminando el rally subido en el capó con Luis Moya agitando el Champagne, celebrando el doblete de Ford y contento por mantener las opciones vivas para conseguir el campeonato. Una penalización a Burns, que seguía en tercera posición le relega a la cuarta plaza y Mäkinen se encarga de cerrar el tercer puesto al final del rally.
Ford Escort WRC Rally Acrópolis 1997 Superslot
Uno de los coches más esperados de la marca británica para este 2023 es este Ford Escort WRC con el que Carlos Sainz consiguió la victoria en el Rally de Acrópolis de 1997. Coche con el que todos los aficionados a los rallys, y que valoramos la calidad con la que la Superslot fabrica sus coches, esperábamos con cierto grado de ilusión y ansiedad.
Quien me conoce sabe que tengo en gran alta estima al fabricante británico y que colecciono muchos de sus coches por el nivel de acabados que presenta. Pero he de decir que el no casarse con nadie a la hora de emitir un juicio sobre un coche que se pone en el mercado me permite ser todo lo crítico que crea que debo serlo. Y es que este Ford Escort WRC de Superslot se presta a ser, cuanto menos, muy criticado. Sin ningún género de duda.
La línea general del coche es muy buena. Muestra un perfil detallado y unas cotas muy aceptables. Los colores se muestran vivos y no hay fallos reseñables, es decir, el coche es muy correcto en todas sus trazas. Hasta aquí todo correcto. Pero cuando te adentras en el frontal del coche es como si otro fabricante hubiera sido el encargado de diseñar este Ford Escort WRC.
Está lejos, muy lejos del modelo real. Todo lo que es la parte delantera está realizada en una pieza aparte del resto del coche conformada por los marcos de los faros, parrillas y paragolpes. Como si hubieran montado la pieza para en un futuro sustituirla por otra y aprovechar el molde. Esto no es que sea un error o algo que esté mal. Es la pieza en sí, la que no cumple con lo que debe vender.
La toma de aire del radiador que muestra el logo de Ford y justo la que se sitúa debajo de ella no son parrillas, forman parte de la misma pieza que el resto del frontal y están pintadas en negro brillante, al cual la mano de laca de brillo al coche las hace resaltar más. Aun así es algo que se puede dejar pasar.
Lo que es inadmisible es que a estas alturas todavía nos quieran vender una calandra en color plata prístina (cuya aplicación de pintura le hace parecer asimétrica), que no solamente es enorme y que como diría mi madre “Solo le falta hablar” porque parece más bien la boca de Rayo McQueen. Es que el tamaño es tan grande que deja las tomas de ventilación muy separadas de su ubicación real y hace que el coche parezca raro, muy raro.
Súmale a esto que el logotipo de Michelín, infinitamente pequeño, situado en la parte inferior izquierda del paragolpes delantero (el del piloto) está al revés y que los limpias hacen su función en dirección contraria a la del coche real. Es decir, que no se anclan al coche desde la posición del piloto hacia la del copiloto, si no al revés.
Por el contrario, complace ver la zaga bien terminada. Los faros se muestran correctos y muy bien decorados y el aspecto general es muy acertado
Las llantas si son un punto a favor de este Ford Escort WRC. Se muestran algo más que correctas, con buena tampografía y sin errores. En este aspecto el coche sube un peldaño en calidad. Quizás sea lo mejor de la reproducción.
El interior se presenta bien esculpido con relevancia en el salpicadero, aunque se echa en falta cierta decoración. No las barras de seguridad, que se muestran algo tímidas, pero elegantes o los pilotos que siguen la línea de los demás coches de la marca,
Dinámicamente el coche debe ser más de lo mismo en los coches de Superslot. No lo he probado en pista, pero entiendo no desmerecerá el comportamiento del resto de los coches de la marca, con imán todo o nada y sin imán, para tomar una curva rápido, grandes sufrimientos.
La última vuelta
La verdad es que tengo un sentimiento grande de decepción con un coche del que esperaba bastante más. Creo que últimamente Superslot está poco valiente a la hora de elevar el nivel en sus reproducciones y comienza a mezclar buenas terminaciones en algunos coches con otras no tan buenas mostrando además cierta desidia por los detalles. Este Escort, por ejemplo, no tiene las ventanitas de refrigeración en el techo de la cabina, elemento indispensable en un coche que corría un rally en el mes de Junio. De hecho, hay imágenes donde se ve al bueno de Sainz corriendo en camiseta de manga corta. Esperemos que sea un tema pasajero y que vuelva por sus fueros lo antes posible. Esperaremos al Subaru de McRae, si ahí no se vuelcan…
Muy buenas. Genial tu blog. Solo por continuar, el alerón trasero???? Recto??? Una de las características más carismáticas de este Escort WRC era precisamente la curvatura del alerón. Coincido en mucho contigo. Un coche que podía haber elevado mucho el listón de Superslot, pero que por fallos tan grandes se quedará por ver. Yo tengo el Escort de World Slot Driivers, tanto la versión de 1997 como la de 1998. La verdad, son espectaculares. Tienes pensado hacer un póster sobre ellos Waskalas? Un cordial saludo.
Hola. Muchísimas gracias por leerme y por comentar. Tienes toda la razón, bien visto lo del alerón trasero. Deben estar reduciendo costes y eso lo estamos notando. El Subaru y la caja con el Lotus MK4 y el Brabham BT46 los he recibido hoy, no te quiero ni contar…
Buen análisis del modelo y buen resumen al inicio del articulo del rally en cuestión, en cuanto a tampografía del modelo en general yo creo que está bastante bien resulta, salvo la chapuza que indicas del logo invertido de MIchelin. Buen artículo como de costumbre Luis.
Muchas gracias por leerme y por contestar. Gracias compañero