Los suecos Stig Bolmqvist y Björn Cederberg pilotaron el debut del Audi Quattro S1 Grupo B en el Rally 1000 lagos en 1985 consiguiendo la segunda posición en el mismo por detrás de los favoritos finlandeses Timo Salonen y Seppo Harjanne con su Fin Peugeot 205 Turbo 16.
El 23 de agosto de 1985 se daba la salida en la localidad Finlandesa de Jyväskylä, al sur del país, a la novena prueba del campeonato del mundo de rallyes de 1985. 1418km divididos en 50 especiales donde 176 coches participarían en dicha edición.
Como durante casi todo el año el equipo del León se dio un paseo militar por el rally, pero el debut del S1, la segunda posición que ocupo en este rally y la victoria de Walter Röhrl y Christian Geistdörfer un mes después en San Remo permitían albergar esperanzas de un cambio en el dominio aplastante del que hasta entonces Peugeot había hecho gala. Más tarde, en la última prueba de la temporada, en el RAC, otra máquina demoledora hacía acto de presencia en el panorama internacional con victoria, el Lancia Delta S4.
Walter Rohrl, quizás uno de los mejores pilotos de la historia de los rallys decía de los S1: “ Los Audi Quattro Sport pueden lograr increíbles velocidades, y esto conlleva una serie de problemas al frenar. Las nuevas tecnologías de que disponga la fábrica tendrán un papel clave en el desarrollo de este vehículo, sobre todo en lo que respecta al rendimiento y a la seguridad. Es muy difícil explicar a un profano lo que es tratar de conducir un coche de este tipo. Es como intentar hacer entender a una persona abstemia lo que significa estar borracho”.
Sigue: “…acelerar desde la primera a la tercera marcha se hace en sólo 2 segundos, un tiempo tan escaso que no te permite siquiera mirar el cuentarrevoluciones, con el consiguiente riesgo de pasar de vueltas el motor. Si se quiere aumentar el régimen de revoluciones del motor en 400 vueltas, es suficiente con empujar el pedal del acelerador sólo 5 mm. Cuando se sale de una curva a 130 km/h, con sólo un pequeño toque al acelerador se pasa a 160 km/h, lo que provoca una explosión en los escapes, y da la sensación de que vas volando, pilotando un cohete”.
Y más: “Nada que ver con la aceleración normal, todo es terriblemente rápido, el cambio de marchas, la aceleración y el frenado. Por eso no se debe olvidar el factor velocidad, esencial en los Audi Quattro Sport: Si vas a 180 km/h con la sexta marcha engranada, y decides aumentar la velocidad hasta 200 km/h, en teoría el diferencial de velocidades es igual que para un coche normal que pasa de 30 a 50 km/h, con la diferencia de que a 200 kilometros por hora el piloto está aplastado contra el asiento del coche, lo que convierte a éste en un aparato difícil de controlar. Es como estar frente a una manada de caballos salvajes, una sensación realmente increíble”.
Y para terminar la frase que define exactamente lo que significaba el grupo B: “El audi Quattro Sport E2 es mi coche de rallyes favorito por tres motivos: por la potencia del motor, por el ruido infernal que hacia y porque fue el ultimo coche en el que el piloto debía pelear con él para conseguir llevarlo deprisa. En un grupo “B” tienes que anticipar cada movimiento, cada reacción que tendrá el coche, esperar a sentir lo que hace, puede que sea lo último que sientas.”
Siempre que un fabricante de Slot produce la reproducción de un coche clásico de rallys para mi es una enorme satisfacción, si además la reproducción corresponde a uno de los coches que fueron estandarte del mítico grupo B, la satisfacción es doble, pero si además dicha reproducción corresponde al coche más carismático de la historia del rally como es el Audi Quattro S1 la satisfacción alcanza el grado de [CENSORED].
¡Y por fin en plástico! Gracias a Team Slot hemos podido disfrutar de este Audi S1 durante varios años, pero era ya tiempo de sustituir esta fantástica resina por una reproducción en plástico, al igual que ha ocurrido con el Delta S4. Y ha sido Revell quien ha arriesgado con el molde, les deseamos la mayor de las suertes ya que el modelo lo merece.
Dos han sido las reproducciones que el fabricante ha puesto en circulación, una correspondiente al rally de campeones de 1988 y otra, objeto de este artículo, la correspondiente al rally 1000 lagos de 1985.
La reproducción está a la altura de las otras reproducciones de la marca, pero una vez más debemos entristecernos por que uno de los logos no está como debería estar. Al tratarse de una de las marcas tabú (tabaco o alcohol) el coche no lo lleva, aunque al menos nos han ahorrado la horrible palabra “Racing”. Y aunque es cierto que la reproducción corresponde al rally Mil Lagos, donde, efectivamente, el coche no llevaba dichos logos, no deja de ser una lástima que no estén completos para darle al coche el máximo detalle posible
Comentando el problema con varios abogados, todos coinciden en que los asesores jurídicos de los fabricantes deberían informarse, porque cuando se reproducen modelos reales se permiten que las reproducciones sean réplicas exactas, es decir, está permitido decorar sus modelos con logotipos de marcas de tabaco o alcohol sin ninguna penalización legal. Otra cosa diferente sería que se inventasen una decoración con publicidad de tabaco o alcohol o que decoraran coches con publicidad de tabaco o alcohol de coches que no llevaban esa publicidad, pero al tratarse de réplicas documentadas de coches reales, y más concretamente históricos, la publicidad (que no es publicidad) de tabaco o alcohol está permitida, aún siendo juguetes. O esto es lo que se me ha comentado.
En cualquiera de los casos el coche es una auténtica maravilla, en las instantáneas pordéis comprobar la calidad de la tampografía, que junto a los innumerables detalles hacen de este S1 una pequeña obra de arte.
Y es que este S1 de Revell es una reproducción que no puede esconder sus virtudes por que a casi nadie le puede pasar inadvertido el espectacular alerón trasero, correspondiente al que montó el equipo Audi Sport en posteriores rallys y no en el Mil Lagos, pero con solo ver los anclajes o los tornillos en los laterales ya nos hace lo suficientemente felices.
No perdamos de vista las ópticas, las cuales son de una perfección casi inigualable, tanto en los faros como en los intermitentes, aún siendo los faros los que llevaba el modelo real del Audi Quartro Sport y no los del S1, algo más pequeños, las tomas de aire son casi igual de espectaculares, uno puede estarse unas horas mirando el capó y no parece cansarse nunca.
Las llantas, los pasos de rueda, los espejos, no hay ningún detalle dejado al azar, la reproducción es de sobresaliente la mires por donde la mires y eso hoy en día a estos precios es muy, muy difícil de encontrar.
El interior es quizás la parte más agridulce del coche, ya que mezcla lo mejor con lo peor de la reproducción, el salpicadero es poco colorido, aunque está bien detallado, pero tanto como los pilotos como las barras antivuelco y el extintor, que se hace acreedor de la matrícula de honor de esta reproducción son de lo mejorcito que se puede encontrar en este mundillo del slot.
Una vez más, como en todos los coches de Revell, encontramos el problema en la parte dinámica del coche, que sin imán aunque no se mueve mal por la pista está lejos de ser competitivo. Por lo que para prepararlo bien ha que sacarlo de los reglamentos de rally slot. Una lástima, pero va a merecer la pena meterle horas al coche. La ventaja la tenemos en la posición en línea del motor, que va a permitir alguna alegría a la hora de modificar la bancada con el fin de poder utilizar un motor caja larga.
Las ruedas son estrechas, con lo que va a ser difícil mantener las llantas de serie, una verdadera lástima porque son una preciosidad, pero para que el coche se defienda bien por la pista probablemente haya que sustituirlas por otras más acordes con la misión de hacer traccionar al coche. Solo verlo pasear por la pista es suficientemente satisfactorio para este que os escribe.
La última vuelta
Como habréis podido comprobar mi forma de describir a este coche quizás esté más cerca de lo subjetivo de lo habitual, pero es que no me puedo resistir ante este modelo.
Aún así, no creo que haya errado muy lejos el tiro cuando digo que este es uno de los coches de rally slot más bonitos que se han fabricado hasta hoy. Por fin podemos disfrutar en plástico de uno de los mitos del grupo B. Y si esperamos unos meses posiblemente las podremos disfrutar a unos precios mucho más económicos.
Revell con este modelo consigue la victoria en la última vuelta y ocupa un lugar ya en la vitrina entre mis coches favoritos.
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