Una de las novedades más esperadas este año, sobre todo para aquellos sloteros que obedecen al noble arte de la competición es sin duda este Fiat Grande Punto S2000.
Sin duda este coche nos ofrece la de cal y la de arena siendo una u otra su espectacular comportamiento en pista y la otra su paupérrima proximidad al modelo 1:1 que pretende representar.
¡¡¡Las yogurteras han llegado a los grupos N y Súper N!!! Y es que la diferencia que separaban a las carrocerías fabricadas en lexan con las fabricadas en plástico cada vez es más pequeña a nivel estético.
Los nuevos coches cada vez están más sobredimensionados y su parecido con el coche real es cada vez más intuitivo y menos fidedigno. Y es que quien fuera que comenzara a fabricar coches cada vez más fuera de escala hizo un flaco favor a los amantes al automovilismo, aunque hay que reconocer que su comportamiento en vista satisface las necesidades de los pilotos de coches de slot.
Miremos por donde miremos a este Fiat Grande (nunca mejor dicho) Punto o Fiat “Borrón”, por no llamarle Ducato, estéticamente el coche deja mucho que desear. Y no es que el tamaño sea el único pero que se le puede poner a esta reproducción.
Es que, debido a que comparte chasis con el modelo anterior de la marca, el Renault Clio R3, comparte pues, difusor trasero que hace que su parecido con la realidad sea aún mucho más lejano.
Pero lejos de querer ensalzar las virtudes estéticas del Fiat Grande Punto S2000 1:1, la gran apuesta de la marca italiana es sin duda su comportamiento dinámico. De hecho las reproducciones a las que NSR nos tiene acostumbrados tienen como objetivo un comportamiento en pista espectacular. Hablar del Mosler o del Clio R3 o del Ford MK2 es hablar de coches ganadores, por lo que la intención de este Punto es estar en lo más alto.
Para ello, como ya he dicho, NSR ha apostado por reutilizar el chasis que el Clio R3 ya utilizaba, e incluye el motor King de 31000 revoluciones. Todo el material es de la más alta calidad y, todo hay que decirlo, la transmisión promete muchas satisfacciones.
La carrocería se acopla al chasis mediante una pestaña trasera y dos tornillos delanteros, los cual nos indica algún problema para conseguir que el coche tenga una basculación correcta, aunque esta se puede equilibrar desde la cuna del motor. Trabajo, trabajo y más trabajo… como a mi me gusta…
Una vez ponemos el coche en el asfalto podemos comprobar que su motor, acoplado en la cuna en línea que monta de serie, derrama toda su fuerza a poco que se apriete el gatillo alcanzando una velocidad del coche muy alta, aunque su frenada se resiente. El paso por curva es magnífico, pero quizás haya que trabajar muy bien el binomio guía trencillas para alcanzar los mejores resultados.
Sin duda este va a ser un gran coche en las pistas, no se si mejor o peor que el Clio R3 o el 207 o etc.…, pero sin duda va a dar que hablar. El pero está es que cada día exigimos que las decoraciones de los tramos sean más realistas y más espectaculares, pero ponemos sobre ellos coches que cada vez parecen menos coches.
La última vuelta
Este Fiat Borrón, sin duda es un disparo en la pista, pero estéticamente es un Fiat porque el fabricante así nos lo cuenta. La reflexión que debemos hacer sobre este tema es si los aficionados que competimos queremos que en los coches que campen por nuestros tramos primen los aspectos dinámicos sobre los estéticos o bien que sean un equilibrio plausible de ambos, es decir que sean coches lo más parecidos a la realidad con la mejor dinámica posible.
En casos como el 307, Focus, o Lancer de Ninco este equilibrio estaba medianamente justificado, porque tenía propiedades de ambos. El coche compartía un cierto grado de belleza estética con un buen argumento dinámico, pero últimamente estamos viendo coches que nada tienen que ver con la realidad, este Fiat Borrón es un buen ejemplo, muy rápido, pero claro estandarte del ejército de las tinieblas.
A pesar de su comportamiento envidiable este Fiat Borrón no triunfa en la última vuelta. Está lejos de lo que pienso que debe ser un coche de slot.
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