Porsche 356

por | Feb 23, 2009 | Ninco, Otras

Si he tenido alguna deuda contraída desde hace tiempo con un coche de slot sin duda ha sido con este Porsche 356 de Ninco. ¿El motivo? Siendo mi coche clásico predilecto no le he realizado un homenaje hasta la fecha. Pero como cuando uno paga descansa, he aquí mi modesta aportación a este maravilloso modelo.

La historia del 356 abre el camino al éxito deportivo de la marca de Stuttgart a todos sus modelos. Sin duda en su diseño se adivina, obviamente la influencia de Volkswagen y su “coche del pueblo” en el que Ferdinand Porsche fue su mayor responsable. Sin embargo, aún siendo el gran sueño de Ferdinand construir un GT de competición, fue su hijo Ferry quien llevó el proyecto hasta el final.

En 1947 junto a sus colaboradores Kart Rabe y Edwin Komenda, Ferry Porsche realiza un estudio de un deportivo biplaza sobre la estructura del Volkswagen al que denominó Type 356. Ferry era el responsable del departamento de investigación y desarrollo de Volkswagen, por lo que el primer Porsche de la historia montaría un motor Volkswagen de 35 CV a 4000 rpm.

Muy diferente de posteriores modelos de Porsche 356, el prototipo de la marca de Stuttgart salió de una vieja serrería, convertida en taller en Gmünd, localidad próxima a la frontera con la República Checa, cerca del bosque de Blockheide, en la baja Austria.

El prototipo se fue modificando hasta llegar al 356 coupé con motor trasero, dato importante teniendo en cuenta que desde ese momento se estableció una tradición en Porsche para la ubicación de la motorización en sus coches.

En 1949 el ejército americano tenía previsto abandonar la fábrica de Zuffenhausen en Stuttgart, lo que propició el regreso de Porsche a Alemania. En 1951 se produce el último Porsche austriaco. A su vez las carrocerías de los coches dejan de fabricarse en aluminio para comenzar a hacerse en acero.

En 1950 el primer Porsche íntegramente alemán es presentado. Un año después vence las 24 horas de Le Mans en coches de cilindrada inferior a los 1100cc. Pero no es hasta 1952 cuando el emblema de Porsche se presenta compuesto por los escudos de Stuttgart y Baden-Württemberg.

En 1955 se presenta el 356A con un nuevo motor, más potente que se desvincula ya de sus orígenes Volkswagen y en 1956 ya desarrollan los 100CV y 200km/h. El 356 se fabricó hasta 1965, después de 17 años de éxitos y más de 75.000 unidades fabricadas y fue sustituído por el ya nacido 911.

Porsche 356 Ninco

Escribir sobre este coche se hace realmente difícil, ya que me resulta imposible encontrarle algún tipo de paliativo que desmerezca la reproducción. Habrá quien pueda decir que existen diferencias palpables entre el modelo real y el fabricado por Ninco, que para la versión X de la carrera Y el modelo era la evolución Z y que por tanto no es el mismo. A mi modo de ver todo esto no es un obstáculo para adquirir el coche, mis conocimientos de automovilismo y mi pericia como fisonomista son profundamente escasos, por lo que, quizás, mi nivel de exigencia tenga el mismo rasero que mis percepciones. Lo que sí se es lo que me gusta y este coche de Ninco, para mi gusto, lo tiene todo.

El modelo es mi clásico favorito, el nivel de detalle del coche es notable. Comparadas con otros modelos de la marca las cotas son bastante aceptables. La tampografía y lacado son bastante correctos.

El agresivo frontal es espectacular, en alguna decoración hasta tiene tampografiado el emblema de la marca. Tanto los faros, como los cromados son un ejemplo siempre a tener en cuenta a la hora de fabricar nuevos modelos.

La zaga no se queda atrás en decoración, la parrilla trasera, los escapes, los faros también son dignos de mención.

La línea también marca diferencias. El buen trabajo de ninco sobre este molde es palpable en las diferencias entre uno y otro modelo, los de techo duro, las capotas de los descapotables, las barras de protección en caso de vuelco, etc… son elementos de valor añadido que dan a cada decoración un punto que diferencia a unas de otras y que hacen que cada 356 sea diferente.

Dos tipos de llantas monta Ninco sobre este modelo, una más racing y la otra más de calle, pero ambas realizadas más que correctamente

Y si esto es poco, es que en pista el coche se comporta como se espera de él, proporcionando muchas alegrías a aquel que lo conduce. Crítico, y de los de muy por el sitio, pero alegre y sobre todo divertido, muy divertido.


La última vuelta.

Los clásicos de Ninco son objeto de deseo de los coleccionistas sobre otros muchos moldes de la marca española. Sin duda un buen trabajo hay detrás de todos estos modelos, tanto los 356, como los Corvette, Aston Martin, Jaguar, 550 etc…son buena muestra de ello. Incluso, a pesar de algunas decoraciones de estos modelos que emulan reproducciones 1:1 mucho más actuales y menos atractivas, con colores un tanto llamativos, no dejan de tener ese encanto especial que tienen los clásicos.

Y es que son esos coches que forman parte de la historia del automovilismo y que sin ellos no se podría entender la competición actual sin que pareciera una simple conjunción de elementos que disputan un premio al tecnológicamente más avanzado.

La petición hacia la marca catalana queda expuesta, los aficionados queremos más modelos de este corte de mediados del XX que con los que ya hay, la colección se nos queda pequeña, corta, triste… ¡Queremos más!

Por ello este 356, al igual que hizo en Le Mans en 1952 aborda la última vuelta en primera posición de su categoría para conseguir una victoria muy merecida y que deja un muy buen sabor de boca a los aficionados, que como yo veneran este modelo.

Deuda saldada. Conciencia tranquila.

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