Era el año 1984, los antiguos niños de papa se convertían en pijos, Ellos se vestían de rosa amarras y ellas se levantaban los tupés hasta tapar el horizonte. Era la época de Mecano y las discotecas. Muchos leíamos el Papus y el Víbora mientras otros decían adiós a Marvin Gaye Indira Ghandi o Francisco Rivera, aunque por aquel entonces entonaron su amanecer Fernando Torres o Avril Laringe. Dos años antes no habíamos ganado el mundial, pero en ese año Corbalán, Epi y compañía conseguían la medalla de plata en los Angeles frente a los imbatibles Jordan, Olajuwon etc…Ayrton Senna debutaba en la categoría reina y McEnroe se aburría un año más en el US Open
Una vez que Opel demostró a la FISA que había construido 200 unidades, el coche quedó encuadrado en la categoría, a opinión de muchos, más espectacular de los rallys a lo largo de toda la historia. El grupo B. Sustituyendo al Opel Ascona 400, este nuevo Manta lo tenía bastante complicado, ya que por aquella época los Audi Quattro, Peugeot 205 y Lancia 037 primero y Delta S4 después fueron los auténticos dominadores de las pruebas. Después de conseguir un meritorio tercer puesto en el campeonato de marcas del 83, se lanzó en el 84, ya desde el principio del campeonato con el Manta 400, no cumpliendo las expectativas. Ese año el fabricante alemán acabó la temporada en un discreto sexto puesto.
Gran parte de lo sucedido fue debido a que, a diferencia de sus rivales, no montaba la tracción integral que tan buenos resultados estaba dando tanto a Audi como a Lancia., si no que el coche se movía por la ya vetusta tracción trasera. Y este no fue el único problema. La tabaquera Rothmans patrocinador de la marca retiró su potente apoyo económico (aproximadamente un 50% del presupuesto del año anterior). Lo que provocó que la marca alemana seleccionara muy escrupulosamente sus apariciones en carrera.
En 1986, el Opel Manta desapareció del campeonato del mundo de rallyes aunque participó en otras carreras
Opel Manta 400 1984 Sloter
Este fabricante, de aparición reciente en el mundo del slot, nos deleita en esta ocasión con la reproducción del Opel Manta 400, que disputó el Rally de Francia “Tour de Corse en su 28 edición en 1984 a los mandos del piloto francés Guy Frequelin y su compatriota Christian “Tiber”.
Lo primero que nos ha llamado la atención del coche cuando le hemos sacado de la urna y lo tenemos en nuestras manos es su tamaño. Si lo comparamos con el coche real realmente está ensanchado, pero no de manera excesiva comparado con otros coches de slot.
El aspecto general del coche no llega a los mínimos exigibles, pero sería injusto decir que la tampografía no rinde a gran nivel, puesto que es sin duda lo mejor de este Manta 400.
Echamos de menos unos faros delanteros mejor definidos, con las líneas de las tulipas marcadas para diferenciar los embellecedores de la carrocería, algo que tuviera un ligero parecido al modelo real. Sin embargo los intermitentes delanteros son correctos. En general el frontal tiene un aspecto rayando lo indefinible, discreto.
Tan solo aparece detallada una de las tres tomas del capó. Dos de ellas figuran en blanco. Muy pobre.
La línea del coche es correcta. Los logotipos aparecen sin distorsiones y los pasos de rueda están muy logrados. Un punto a mejorar son las llantas, que no se asemejan demasiado a unas llantas reales. Tal vez si les hubieran añadido algunos nervios habrían mejorado sustancialmente. Cabe reseñar el logotipo de la tabaquera Rothmans en el dorsal. ¿Intentando burlar a la censura?
Quizás lo más exigible al fabricante sea una mejora en la trasera del coche, cuyo parecido con su hermano mayor no es el que esperábamos, de hecho, porque nos han dicho que es un Manta, porque está como para adivinarlo. Otro error grave es encontrarnos con que el dorsal que figura en las placas de rally (4) no corresponde al que figura en los laterales del coche (3).
El interior del coche está detallado, tanto el salpicadero como la parte trasera, donde figura un espectacular extintor. El copiloto lleva detallado el libro de notas, pero cabe distinguir la diferencia que existe entre el copiloto y el copiloto, el primero viste un casco integral, mientras que el segundo lleva un casco, que aunque sin llegar a ser igual, es más parecido a los actuales de la categoría. Y seguimos con los contrasentidos.
El chasis es quizás lo más innovador en este coche de rally. El motor un Scalextric, RX Pro Speed similar a los que montan la serie Pro de la marca española, sujeto con un tornillo al anclaje trasero, se posiciona en ángulo y su piñón de 10 dientes ataca una corona de plástico de 27 dientes situada en eje trasero.
La guía es de tornillo y se instala en el brazo basculante que se sujeta al chasis por delante del motor. La forma de anclaje que lleva hace que tenga algo de movimiento horizontal. El eje delantero carece de movimiento vertical debido a que es abrazado totalmente por las sujeciones del chasis.
La primera aproximación a pista es prometedora, los neumáticos, blanditos, agarran muy bien, el piñón engrana perfectamente con la corona, pero nos encontramos con que el coche se levanta mucho de delante y la guía tropieza con el parachoques delantero. A buen seguro, si le dedicamos algunas horas o meses de trabajo el coche mejora notablemente. También podemos esperar que nos cambien el chasis por uno que en realidad funcione…
Resumiendo, este Opel Manta 400 es un comienzo para una marca que se inicia en la fabricación de coches de rally. El coche no se parece al modelo real en casi nada y con ese chasis no va a funcionar tampoco en pista, de lo que se deduce que el futuro de Sloter no es muy halagüeño, esperamos que en futuros proyectos alcancen un mejor nivel de calidad que satisfaga a todos los aficionados.
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