Si la semana pasada el turno era para dos clásicos de scalextric, esta semana tocaba enfrentar a dos coches de los que se han escrito ríos de tinta, el Opel Corsa de Sloter frente al VW Polo de Power Slot.
Ambos eran los dos coches más esperados para los aficionados a los 1600 o S2000, o pelotillas tal y como los conocemos muchos de nosotros. Y a decir verdad, si uno de ellos nos defraudaba hasta la saciedad por lo mal terminado que está, el otro nos defraudaba por la dinámica tan pobre que nos ofrecía. Sin embargo el Polo es dinámicamente un coche muy notable, ya su primera versión (la que probamos hoy) disponía de un chasis muy polivalente cuya motorización de caja larga en ángulo prometía grandes prestaciones, por lo que entendemos que las nuevas versiones con las nuevas cunas serán aún mejores.
Pero el Corsa fue un auténtico fiasco, aunque estéticamente es un coche muy correcto, sin demasiados alardes, pero que cumple con los estándares que deben medir la estética que demandan los aficionados. Por el contrario, la dinámica que presenta de serie es una auténtica decepción, con motor de caja corta en posición trnsversal, situado en el tren posterior no permite disfrutar ni de la cuarta parte de su potencial. Hay que decir que Sloter tuvo la delicadeza de fabricarlo con una cuna intercambiable para poder montarle un motor caja larga en línea, pero para ello es necesario modificar la bandeja de pilotos y sustituirla por otra de material ligero que Sloter nunca comercializó de manera independiente, por lol que para conseguirla había que adquirir en las tiendas el modelo digitalizado. Algo, a todas luces, incomprensible.
Para la prueba, al igual que la realizada con los Talbot Sunbeam y Ford Escort, hemos utilizado el mismo circuito y las mismas condiciones de carrera. La única diferencia ha sido el voltaje, que para los dos pequeños hemos dejado en 14 voltios la tensión para hacer los coches más conducibles, ya que se muestran más potentes y críticos que los Scalextric.
Para igualar las prestaciones al máximo he realizado una preparación, más básica para el Polo y más elaborada para el Corsa. Para el primero la preparación la podéis ver en este mismo blog en este enlace. Sin embargo para el segundo he cambiado la configuración transversal por un motor NC5 en línea con una relación de 9:27. Eje trasero hueco, cojinetes de bronce, llantas de magnesio, corona de aluminio de 27 dientes y piñón de bronce. Para el eje delantero he utilizado un eje de los que montan de serie los coches de Ninco y unas llantas de plástico tipo Fucks. Los neumáticos Spirit detrás y GOM grip 0 perfil ultrabajo delante. Para la carrocería he utilizado la del coche versión digital que monta la bandeja de pilotos de lexan, con lo que todo encaja perfectamente, los cables de Niinco, trencillas JP Slot 0,7 La guía la que lleva el coche digital de serie bien trabajada, Un poquito de lima aquí, otro poquito de aceite allí, que si calzo un poco el eje, que si le bajo un poco el motor, que si… Creo que el Corsa se ha convertido en un vehículo bastante competitivo.
Y vamos a la pista. La prueba la comienzo a realizar con el Opel Corsa y al negociar las primeras rampas de la montaña, me encuentro con la sensación de haber conducido ya este coche con anterioridad, y es que su comportamiento es muy similar al que tenía el Citroën Saxo de Ninco, nervioso, nervioso, pero rápido y potente. También muestra la misma tendencia a levantar la pata que atesoraba el vetusto Ninco, pero por el sitio el coche va como un auténtico tiro. Terminamos la zona montañosa y encaramos la larga recta, donde el coche se come las pistas a toda velocidad, las curvas rápidas las pasa sin mayores problemas y las interiores peraltadas las toma perfectamente, llegamos al pueblo y tenemos que asegurar el paso por las cerradas en 90 grados, donde ponerle a dos ruedas es bastante sencillo, llegamos al bosque y más de lo mismo, el coche es nervioso, muy crítico, pero muy rápido. El handicap que muestra es que es muy difícil mantener un ritmo constante, ya que los sustos están siempre presentes, así a lo largo de la prueba obtuve dos salidas por sendas levantadas de pata.
Entramos con el Polo y la cosa varía sensiblemente. Al igual que el Corsa, el de Power Slot se muestra muy rápido, pero su anchura y bajo centro de gravedad le hace ser mucho más seguro. Cambia las levantadas de pata por algo de derrapaje, pero de muy fácil control, el paso por curva se hace sin ningún esfuerzo y mantener el ritmo no requiere demasiada concentración. Los tiempos bajan a medida que damos cada vez más y más vueltas y tienes la sensación de que el coche te pide más chicha, pero cuando tratamos de hacer vuelta encontramos que el apurar demasiado no es buena idea porque el coche derrapa y al chocar su parte lateral con algún elemento de la decoración hace que el coche rebote y tenga alguna que otra salida.
En la segunda tanda nos encontramos más de lo mismo, el Corsa sigue siendo ese coche nervioso, que a una vuelta parece insuperable, pero que llevarlo a ritmo se hace casi imposible, mientras que el Polo es un coche seguro, dócil, ágil y muy rápido en tandas largas.
Si he de decantarme por uno para una competición de más relumbrón lo haría sin duda por el Polo, sin embargo si fuera para darle un paseo sin duda el de Sloter está muchísimo mejor terminado.
La última vuelta.
Power Slot es un fabricante al que en su día no le auguramos un gran futuro si seguía realizando reproducciones con las calidades que el Polo ofrece. Dinámicamente, son coches competitivos y que gusta mucho conducir, pero no nos engañemos, este es un juego de reproducciones, y las de Power Slot dejan mucho que desear. Por el contrario, Sloter es una marca cuyas reproducciones, por lo general son bastante notables. Hablar del Opel Manta es hablar de la ruina de Sloter. Es quizás uno de los peores coches de Slot que se ha fabricado y el prometido nuevo molde para el mismo modelo nunca acaba de llegar, por lo que el Manta seguirá siendo el estigma de esta marca, que no olvidemos ha hecho muy buenos coches, como el Lola o las barquetas.
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