De hecho, en los entrenos los propios competidores, la mayoría foráneos, daban crédito a esta afirmación, decían que el Safari había perdido gran parte de la dificultad que era santo y seña de la prueba. La realidad fue que de los 65 competidores que tomaron la salida en Nairobi tan solo 17 pudieron concluir el rally.
Lo que sí se puede afirmar es que los corredores locales son grandes conocedores del terreno y que parten con cierta ventaja respecto al resto de participantes. El final del rally así lo demostró, permitiendo que salieran victoriosos Joginder Singh (tercera victoria en el Safari) y David Doig en un vehículo de tan solo 1.600cc, un Mitsubishi Lancer GSR. Mitsubishi dominó los tres puestos del cajón con los susodichos Mitsubishi Lancer 1.600 GSR, a manos de los ya citados Joginder Singh y David Doig, los también kenianos Robin Ulyate y Chris Bates y en tercera posición los británicos Andrew Cowan y Johnstone Syer,
Y aunque fue una victoria muy trabajada y una alegría inmensa para el equipo japonés, la celebración estuvo enturbiada por la muerte del director técnico del equipo, el japonés R. Hasegawa en un accidente ocurrido durante el trayecto hacia la línea de meta de Nairobi cerca de una pequeña ciudad llamada Kitale, el conductor del coche de servicio del equipo perdió el control y fue a chocar con un árbol, Hasegawa perdió la vida en el impacto y el conductor kenyano se fracturó la pierna. El coche de Hasegawa precedía a la carrera, y cuando ocurrió el fatal desenlace Mitsubishi decidió retirar a todos sus efectivos del rally, pero los corredores se negaron y fue el propio equipo de Joginder Singh (Joginder’s Rally Team) quien realizó la asistencia en carrera a los coches durante esa última etapa.
Pero no fue el único motivo por el que la celebración de Mitsubishi se vio enturbiada. Otro accidente, en este caso el atropello de un policía local poco después del punto de control de Kisumu, en el oeste de Kenya. Al parecer el policía inició una carrera y se encontró delante del coche de Singh y Doig quienes no pudieron evitarlo y lo atropellaron con la peor de las consecuencias. Se dice, aunque no está demostrado que David Doig permaneció en Kisumu para denunciar el hecho y que Singh pilotó solo hasta terminar la etapa. Si esto hubiera sido real o se hubiera constatado como real, el Mitsubishi Lancer de Singh y Doig habría sido descalificado. Por mi parte, no le doy mucho crédito a esta historia, no creo que Doig abandonara el coche en ningún momento y puede que después de la carrera sí denunciara el hecho. Y aunque parezca que hay cierto desdén o cierta frivolidad por parte de Singh o Doig, ambos se negaron a participar en las ceremonias de entrega de premios en señal de luto.
La edición de 1976 del Rally Safari constaba de tres etapas que recorrían el este de Kenya en su primer envite, partiendo de Nairobi se disputaba una parte sobre asfalto, llegando a Kibwezi, donde los caminos de tierra cobraban el protagonismo hasta llegar a Mombasa, desde allí se volvía a Nairobi para terminar la etapa. La segunda etapa desplazaba a los coches hacia el norte, atravesando las “carreteras” montañosas que rodean el Monte Kenya y que después de llegar a Nanyuki se regresaba a Nairobi por terrenos no muy accidentados, pero sí con grandes llanuras de tierra. Y la tercera etapa servía para completar los 4950 km de recorrido del rally aventurándose por los difíciles caminos que rodean el monte Elgon y que, una vez rodeada la montaña, los coches debían dirigirse nuevamente a Nairobi y completar la prueba.
Los principales dominadores del mundial de rally acudieron a la cita den Kenya, tan solo se echaron en falta a los británicos de Ford que para la ocasión solo se inscribieron 3 equipos privados. Lancia se postulaba como gran favorito para el triunfo final, sus números en todos los rallyes de la temporada habían sido impecables, pero el Rally de Safari se les seguía atragantando a los italianos y querían poner toda la carne en el asador en esta edición. Björn Waldegård y Hans Thorszelius, Sandro Munari y Silvio Maiga, Vic Prestonv jr y John Lyall más Frank Tundo y Anton Levitan comandaban el ejército Lancia para el Safari.
Peugeot, vencedor en la última edición también llevó a sus mejores espadas para disputar la victoria, Timo Mäkinen y Henry Liddon, Hannu Mikkola y el hombre de moral más que dudosa: Jean Todt, Simo Lampinen y Arne Hertz, nuestros protagonistas: Jean-Pierre Nicolas y Jean Claude Lefèbvre y por último, Bert Shankland y Brian Barton, Opel traía su evolución de Opel Kadett GT/E al volante de Walter Röhrl y Claes Billstam, Rauno Aaltonen y Willi-Peter Pitz, Edgar Herrmann y Jack Simonian. Por supuesto, no faltaron a la cita los japoneses de Datsun con un gran elenco capitaneado por Harry Källström y Lindqvist Leif y sobre todo Shekhar Mehta junto con Mike Doughty, entre otros, y los hombres de Mitsubishi, el gran triunfador con Joginder Singh y David Doigen el Mitsubishi Lancer 1600 GSR, Robin Ulyate y Chris Bates, Andrew Cowan y Johnstone Syer en el Colt Lancer y el japonés Kenjiro Shinozuka que junto con el británico Bob Graham consiguieron un meritorio sexto puesto. Era la primera vez que un japonés y además debutante acababa el rally.
La carrera dio comienzo el 15 de abril de 1976 partiendo de Nairobi hacia Mombasa, en un rally cuyas especiales brillan por su ausencia, ya que cada kilómetro por las carreteras kenyanas es en sí una especial. No invitan a dar el todo por el todo desde el principio, si no a conservar una mecánica que con toda seguridad va a sufrir mucho y a llevar un ritmo fuerte pero amable con dicha mecánica. Los primeros problemas se dieron al anochecer, una tremenda tormenta eléctrica llenó la tierra de grandes inundaciones que formaban torrentes fluviales extensos y que concluyeron en grandes atascos para muchos de los pilotos provocando los primeros abandonos. Fueron sobre todo los coches que partían desde la mitad de los participantes hacia delante, ya que fueron quienes más sufrieron la furia del clima
El Stratos de Waldegard fue el primero de los favoritos en morder el polvo, el motor del Lancia dijo que no quería arrancar y el bravo piloto sueco tuvo que abandonar, poco después lo hacía su compañero Munari cuyo motor también dijo basta, solo Preston pudo mantener el tipo y concluir el Rally a pesar de lidiar con múltiples problemas en su Stratos y teniendo que recoger de los árboles las diferentes piezas que Lancia lanzaba en paracaídas desde sus avionetas. No tuvo mejor suerte Mäkinen, quien hizo el submarino en un gran charco del cual no pudo escapar a pesar de que su Peugeot 504 luchaba a brazo partido por hacerlo, Hannu Mikkola también se veía abocado a la cuneta con la junta de la culata de su Peugeot 504 reventada, Bert Shankland y Brian Barton sacaban a relucir la fiabilidad de los de la marca del león y su Peugeot 504 cruzaba la meta en cuarta posición a 55 minutos del ganador, Lampinen hacía lo propio con su también Peugeot 504 a 31 minutos de su compañero de equipo y nuestros protagonistas, Jean-Pierre Nicolas y Jean-Claude Lefèbvre conseguían un discreto noveno puesto al final del rally, aunque muy satisfechos de haber terminado la prueba de una pieza.
La sincronía alemana de Opel hizo que sus pilotos rompieran todos los diferenciales al mismo tiempo lo que produjo grandes retrasos en sus carreras, un palier fue el encargado de echar a la cuneta a Aaltonen, Herrmann fue obligado a abandonar por demasiadas penalizaciones y Rohrl sufrió un accidente en uno de los enlaces que le dejó fuera de carrera, al parecer un taxi se encargó de que el coche del alemán acabara en el desguace.
Los Datsun no estuvieron exentos de problemas, Mehta comandando la prueba veía como su Datsun 160J dejaba un reguero de aceite en el camino y se tenía que volver a casa, Kallstrom consiguió llevar su maltrecho Datsun a Nairobi y terminar el rally en séptima posición, Rhemtulla, después de un accidente y sufrir un vuelco (o varios) consiguió terminar octavo.
Cowan y Syer peleaban en un charco embarrado y fueron embestidos por el Datsun de Rhemtulla, que trataba de dominar el coche dentro del barro, pero perdió el control y se empotró en la zaga del Lancer de Cowan, Syer que estaba con medio cuerpo por fuera de la ventana se partió varias costillas, pero lo sufrió en silencio y pudo ayudar a Cowan a conseguir la tercera plaza final.
Peugeot 504 Rally Safari 1976 Octane.
Se ha hecho esperar este Peugeot 504 del Rally Safari de 1976 del fabricante Hobbyclassic bajo la marca Octane anunciado para finales de 2023. Y aunque haya puesto nervioso a más de un aficionado (entre los que me incluyo) no cabe duda que el final ha sido bastante satisfactorio. Ya lo tenemos aquí.
Y es que Jordi Molist es sinónimo de calidad, tanto en el trabajo de reproducción, como en el acabado de los detalles, como en la decoración de cada uno de sus coches y este Peugeot 504 no es una excepción. La línea del coche es una gozada y he de decir que me ha sorprendido el cuidado que se le ha puesto al coche en cada detalle. La realidad es que todo siempre tiene un margen de mejora, pero en este Peugeot 504 ese margen es muy pequeño.
Octane comercializa el coche en dos versiones, una sucia y otra limpia, como es mi costumbre, suelo apreciar más el modelo limpio puesto que muestra el coche en su máxima expresión. La moda de fabricar un mismo coche en dos versiones, limpia y sucia, puede ser que guste a mucha gente, pero no comulga conmigo, máxime en los precios por donde se mueven muchos de los modelos.
Si miramos el frontal podemos ver que es lo que quiero decir, al coche no le falta detalle, por ponerle un pero (que no lo es) los faldones delanteros se muestran muy simétricos y hay que tener en cuenta que se fabricaban con materiales muy maleables y que se amoldaban rompiendo la simetría. Sin embargo, el resto de detalles, que no le falta ninguno son excelsos.
Observar el coche desde su parte trasera muestra una vez más la maestría del fabricante, todos los detalles se muestran de manera notable, mirar la puerta del maletero es una delicia. Destacar también los faros traseros que mantienen unos colores muy realistas en los tres sectores, tanto los rojos de las luces traseras, como los naranjas de las luces de señalización o las de marcha atrás lucen increíbles, algo que llevo un tiempo pidiendo y que el fabricante catalán ha incluido en sus modelos.
Las llantas elevan la reproducción a sublime, creo que están realmente bien hechas, no tienen un pero, desde el dibujo a la troquelación o la pintura son de una calidad increíble. Creo que el artesano ha disfrutado de lo lindo haciéndolas y viéndolas montadas en su cochecito.
El interior también se muestra digno de mención, todos los relojes detallados, los pilotos bien esculpidos y pintados, los auriculares con micrófono (aunque negros cuando eran blancos, ñeñeñeñe…), en general, luce espectacular, un trabajo muy fino.
Si hay que ponerle un pero al coche solo se le puede achacar a un exceso de celo, el Peugeot 504 del Rally Safari del 76 solamente montaba un espejo retrovisor externo, el del piloto, el del copiloto no lo llevaba, aunque, siendo sincero, para mí no es ningún problema. La antena viene aparte para que no toque con la tapa de la caja. Si se desea se puede poner o no, el coche real no la llevaba o al menos yo no se la he visto en ninguna foto o vídeo del coche real.
Por debajo, el coche no ofrece una solución técnica que le haga batallar en los rally slot con garantías de triunfo, creo que no es un coche pensado para ello, aunque con lo que lleva un paseo por la pista y verle circular ya es todo un deleite para mí.
La última vuelta
Mucho tiempo llevo esperando esta novedad de Octane y es sorprendente que la elección para este Peugeot 504 haya sido la de este rally Safari de 1976 cuando el año anterior, este coche fue el ganador de la prueba con Ove Andersson al volante. Quizás sea porque Octane espera hacer más versiones de este modelo. Lo pagas, es la verdad, pero con Octane tienes la garantía de que la calidad es incuestionable.
Mr Waskalas, todavía lo estoy flipando, el coche es una maravilla, pero las fotos… excelsas.
Muchas gracias amigo. Viniendo de ti se agradece aún más
Un placer como de costumbre leer tus reseñas, las fotos, como dice el compañero, de concurso, reflejan toda la calidad que tiene el modelo. En mi caso opté por la versión sucia ya que reflejaba más las penurias de la prueba. Sigue así muchos años más con estos grandes reportajes.
Gracias Javi79 por leerme y por tus comentarios.