En 1987 un joven Carlos Sainz, acompañado de Antonio Boto conseguían la victoria en el campeonato de España de Rallyes, lo que les permitió tener la oportunidad de participar en el Rally de Portugal a bordo de su Ford Sierra RS Cosworth firmando un scratch en el primer tramo y enseñando las credenciales del piloto que sería en los siguientes años. El rally estaba siendo muy propicio para el español, pero una avería en el motor provoco el abandono de Carlos cuando se mostraba firme en la tercera posición del Rally. La siguiente oportunidad, el rally Tour de Corse.
Ese mismo año los Simpson aterrizaban en nuestras casas, Aretha Franklin se convertía en la primera mujer que accedía al Salón de la Fama del Rock y Reagan junto a Gorvachov firmaban un tratado para la eliminación de armas nucleares (jajaja…). También, los nuevos Grupo A tomaban el testigo de los geniales Grupo B cuya espectacularidad competía con su peligrosidad y tras varios accidentes importantes la FISA decidió darles el carpetazo y empezar de nuevo.
Rally Tour de Corse 1987
Que el rally Tour de Corse es un rally que exige muchísima concentración y precisión en los pilotos es algo innegable y que por este motivo es un rally donde los accidentes se producen con más frecuencia que en otras pruebas también es indudable. Sin embargo, para la FIA la muerte de Toivonen y Cresto en 1986 supuso la gota que colmó el vaso para dar por finalizado al Grupo B de rallyes, dando paso a una nueva era a bordo de los teóricamente más seguros Grupo A.
Algo que quedó completamente infundado, máxime teniendo en cuenta cómo se desarrolló la edición de 1987, que se llevó la vida del copiloto Jean-Michel Argenti, quien a bordo del Peugeot 205 GTI pilotado por su compañero Jean Marchini se salieron de la carretera en el tramo 9 (Canavaggia – Borgo), saliendo despedido y muriendo en el acto. No hubo ninguna consecuencia. El rally continuó sin más, aunque suscitó muchas críticas entre la prensa de la época quien cargó contra la FISA por el cambio de normativa que eliminó a los coches Grupo B. El presidente Jean Marie Balestre, refiriéndose al accidente comentó que se trataba de algo «desgraciadamente clásico e inherente a esta carrera».
La explicación del presidente de la FISA se me antoja (antojó en su momento) un poco insustancial y carente de delicadeza. El accidente revelaba la carencia de utilidad de las nuevas medidas de la FISA para mejorar la seguridad en los rallyes. En el mismo rally que provocó la prohibición del grupo B moría un copiloto y su compañero sufría heridas de diversa consideración, a la par que varios espectadores sufrían heridas de gravedad.
Y aunque los equipos oficiales, salvo Lancia (que ya contaba con un coche más que competitivo dentro del grupo A) solo pudieron patalear a la FISA quien no cambió nada de la nueva reglamentación. Incluso a pesar de que Peugeot fue a los tribunales y ganó el pleito contra la FISA. Los franceses sostenían que los cambios en la reglamentación (independientemente de su calado) no habían sido comunicados con la antelación prevista en la normativa además de que los cambios propuestos suponían una gran inversión económica para de conseguir un vehículo competitivo y un equipo puntero, el cual solo se consigue en función de los años de amortización de dicha inversión. Su recorte suponía una gran pérdida para la propia Peugeot y para las empresas asociadas. Por otro lado, Peugeot también ponía de manifiesto su inconformidad con la nueva normativa puesto que alegaba que los nuevos coches eran menos seguros. A pesar de los recortes en potencia, los frenos y estabilidad eran mucho más precarios.
En mi opinión, los hechos daban la razón a los del León. En primer lugar, el accidente del Toyota Corolla de Joaquim Guedes en el rally de Portugal, tan solo un mes antes de este tour de Corse, provocó que un joven de 18 años perdiera la vida y 10 personas resultaran heridas, entre ellas un niño de 5 años, y en segundo lugar, lo ocurrido en este Córcega eran argumentos suficientes para mostrar que el “seguro” Grupo A no era tal. De hecho, los propios pilotos lo que solicitaban era que suprimieran los tramos de alta velocidad y una recolocación de los espectadores en lugares mucho más seguros.
Sobre la carrera en sí, la quinta prueba del mundial, disputada del 7 al 9 de Mayo de 1987 de la que ya hablé de ella en la entrada que dediqué al BMW M3 E30 de Bernard Béguin y Jean Jaques Lenne, en la que se coronaron campeones por delante de los Lancia oficiales en un rally donde las inclemencias climatológicas marcaron la elección de neumáticos, favoreciendo a la tracción trasera de los alemanes.
Y casualidades de la vida, ese mismo año se proclamó campeón de España de Rallyes el que para todos los expertos, pilotos y mecánicos es el mejor piloto de rallyes de todos los tiempos: el español Carlos Sainz. Debutando en el mundial, en el rally de Portugal, el español consiguió un Scratch en su primer tramo al volante de un Ford Sierra RS Cosworth oficial. El rally estaba siendo muy propicio para el español, pero una avería en el motor provoco el abandono de Carlos cuando se mostraba firme en la tercera posición del Rally.
En este Tour de Corse Carlos Sainz acompañado en el asiento del miedo por Antonio Boto consiguieron sobreponerse a los innumerables problemas mecánicos y a la sanción de 6 minutos derivada de la reparación de las suspensiones de su Ford Sierra RS Cosworth privado y preparado por Mike Little y vestido por la tabaquera americana Marlboro, objeto de esta entrada, y finalizaron en una más que honrosa séptima posición otorgándole sus primeros puntos del mundial y por delante del otro debutante con la misma montura, aunque patrocinador diferente, marcado también bajo la aureola de piloto de futuro: el francés François Delecour.
Ford comenzó el año con la versión de su Ford Sierra con tracción total, el XR4i y con otra versión de dos ruedas motrices, pilotado por otro sueco: Kalle Grundell, pero pronto quedó demostrado que ambos coches no eran competitivos, el primero, por una falta de potencia alarmante y el segundo, por lo contrario, demasiada fuerza sobre un coche de dos ruedas motrices. Aún así, la versión con el motor Cosworth con tracción trasera se mostraba más competitivo. 2 años tardó Ford en conseguir que el Ford Sierra fuera competitivo, pero no fue hasta la retirada de Lancia en el 1993 cuando el Ford Sierra pudo mostrar su poder haciendo frente a los Toyota.
Ford Sierra RS Cosworth Rally Tour de Corse 1987 Scalextric decorado por SlotWRC
Partiendo de la base del modelo de Scalextric. SlotWRC ha redecorado este Ford Sierra RS Cosworth con la librea que Carlos Sainz y Antonio Boto lucieron en el Rally Tour de Corse de 1987 consiguiendo una séptima posición al final de la prueba.
El aspecto general del coche es sencillamente soberbio. Los colores de la tabaquera americana lucen a gran nivel. La pintura empleada para la decoración es sensacional. El barnizado merece capítulo aparte, el brillo del coche es limpio y nítido y se agradece cómo se aprecia.
Pero su aplicación sobre el coche no es de menos calidad, si nos fijamos en las branquias del capó, lugares especialmente complicados, se puede apreciar que el enmascaramiento ha sido muy bueno y es difícil apreciar colores corridos o movidos.
En el modelo de Tecnitoys el frontal luce con gran brillantez donde destacan los faros, cuyo cromado y detalle dotan al coche de gran vistosidad convirtiéndose en un modelo excelente. Incluso los leds que proporcionan la luz efecto xenon típica de la marca no desluce el acabado de los faros ya que no sobresalen especialmente
Pararnos en las calcas es de obligado cumplimiento. Están perfectamente colocadas, sin dobleces o mordiscos y muy rectas, solo encontramos una de ellas, la que hace referencia al nombre de los pilotos en el lateral del piloto que podía haberse colocado algo mejor. Aún así, la decoración es sensacional.
La zaga está muy bien realizada y la decoración realizada por SlotWRC hace de ella una parte con la que deleitarse especialmente.
Otro tema importante respecto a la decoración ha sido el precio. Diría que independientemente del coste del coche, yo fui afortunado y encontré un modelo de Scalextric de segunda mano en perfecto estado, a falta de la antena y de uno de los espejos (de los que tenía repuesto para ambas partes) que me costó muy barato, siendo el vendedor consciente de que podía haber sacado algo más, el precio por el coche terminado fue más que contenido, tan solo las calcas supusieron una inversión algo más alta en relación con el resto del montante. Tanto el alerón trasero, cierres de las puertas, la tapa del depósito o marcos de las ventanas son argumentos más que suficientes para corroborar que el precio de la decoración está muy bien ajustado.
El modelo elegido sobre el que realizar la decoración fue el correspondiente al que pilotó Colin McRae en el Rally RAC de 1989 con referencia 6247, cuyas llantas coinciden con las que requería nuestra decoración.
Volviendo al modelo de Tecnitoys destacar que en su referencia el interior venía decorado, sin demasiados alardes pero siendo muy correcto en todos sus detalles, lo que a nuestro modelo de hoy le ha venido que ni pintado…
La última vuelta
La verdad es que he quedado impresionado de cómo ha quedado el cochecito. Salvo el pequeño problema en la calca citado anteriormente, el resto luce con un nivel muy elevado. Es difícil encontrar a alguien que realice estos trabajos con este nivel y a este precio. Ya estoy preparando el segundo coche de lo que espero sea una buena colección. Enhorabuena para SlotWRC.
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