Didier Auriol y Denis Giraudet participaron en el Rally de Sanremo de 2003 acabando la prueba en la posición 12, a más de un cuarto de hora del ganador. Se esperaba más de su Skoda Fabia WRC, pero fue un coche que nunca cumplió con las expectativas hasta su sucesor, el Skoda Fabia R5.
Un poco de historia
2003 fue la última edición del Rally de Sanremo como prueba oficial del campeonato del mundo. Desde 1973 se había mantenido en el calendario del mundial convirtiéndose en uno de los más míticos rallyes de la historia. Hay que remontarse hasta 1928 para encontrar la primera edición del rally de Sanremo en la que el Mayor Urdarenau, perteneciente al ejército rumano, consiguió la victoria al volante de un Fiat 521 de 2.5 litros, repitiendo hazaña al año siguiente. El rally Rallye Internazionale di Sanremo se abandona hasta 1937, año en que se inaugura una carrera por la ciudad de San Remo (Circuito Automovilistico Sanremo) donde Achille Varzi se hace con la victoria.
De 1952 a 1956 el rally vuelve a retornar al panorama automovilístico con una prueba anual, homenaje a aquellas osadas mujeres que, desafiando las costumbres de la época, disfrutaban sobre un coche de carreras, resultando vencedoras nombres como Paola Della Chiesa primero en un Lancia Aurelia GT (1952), después en un Alfa Romeo 1900 (1954) y en un Lancia Aurelia B22 (1955), Luisa Rezzonico al volante de otro Lancia Aurelia en 1953 y Goffreda Cambieri en la última edición que se celebró en 1956 conduciendo un Isetta.
Pero no es hasta 1961, cuando el rally toma su verdadera forma y su denominación pasa a llamarse «Rally de las Flores» (Rallye dei Fiori), en homenaje a la mayor industria local. El rally no se vio afectado por la nueva reglamentación de seguridad que obligaba a no superar los 50km/h en vías públicas, puesto que transcurría por caminos sinuosos de montaña con un firme de grava, lo que hacía que ir a más de 50km/h suponía un riesgo muy importante y difícilmente asumible por ningún piloto.
El organizador, Ighino Longo, influido por las numerosas veces que participó en el Monte Carlo quiso que el primer Rally de las Flores tuviera cierta similitud con la prueba monegasca, e hizo que todos los coches partieran de sus ciudades y los supervivientes confluyeran en Sanremo para disputar los tramos. El primer ganador del Rally de las Flores fue un Alfa Romeo al volante del italiano Mario de Villa. En 1964, el rally, se engloba dentro del campeonato de Europa y pilotos extranjeros empiezan a competir en suelo italiano, Erik Carlsson y Pat Moss participaron con un Saab 96 y se marcharon con una victoria en un rally muy complicado debido a las inclemencias climatológicas.
En 1968 se vuelve a modificar el nombre y se adopta el nombre de Rally de Sanremo, Pauli Toivonen en un Porsche 911 consigue la victoria, dos años más tarde el rally entra en el campeonato de fabricantes. Son años de Alpine, primero con Jean Luc Therier en una victoria bajo una nieve infernal y segundo fue Ove Anderson quien se llevó el gato al agua, pero en el último año antes del paso de San Remo al mundial Lancia consigue la victoria con Amilcare Ballestrieri al volante de un Fulvia 1.6HF En esta última edición de 1972 el rally modifica su fecha y pasa de los meses de primavera a octubre para evitar las nieves antes del estío. Las carreteras comienzan a asfaltarse y para 1974 es prácticamente un rally de esta superficie. Los organizadores viendo que las grandes marcas no tenían interés en el rally deciden en 1979 incluir nuevamente tramos de grava y la prueba resurge. La culpa es de Adolpho Rava, quien apuesta por los caminos gravosos de la zona de la Toscana y la jugada le sale bien. La victoria de Antonio Fassina al volante de un Lancia Stratos HF desata la popularidad del rally y a partir de entonces todos los grandes fabricantes comienzan a participar en el evento.
Durante varios años de ediciones memorables llegó la polémica al rally en 1986. Peugeot se había hecho con la victoria, pero los comisarios descalificaron al equipo francés por irregularidades en los faldones laterales de sus 205 T16 entregando así la victoria en bandeja al equipo italiano Lancia . Peugeot había usado la misma configuración en rallyes anteriores sin incurrir en ninguna irregularidad, e incluso había superado las inspecciones técnicas antes del pistoletazo de salida de este mismo Sanremo. A pesar de que Peugeot protesto a la organización, esta no permitió que los coches siguieran en carrera. La FIA confirmó más tarde que la descalificación había sido ilegal, ya que los coches Peugeot estaban completamente dentro de las normas y decidió anular los resultados de todo el evento.
En 1997 el rally vuelve a ser completamente de asfalto, ¿el motivo? El incremento de costes que no estaban dispuestos a asumir los fabricantes por tener que utilizar diferentes elementos en función del tipo de superficie. A eso se añade la presión por parte de la FIA de hacer las pruebas mucho más cortas, lo que provocó que en 2004 el rally desapareciera del campeonato del mundo WRC, siendo sustituido por el rally de Cerdeña. Desde entonces la prueba se ha mantenido dentro del campeonato de Italia y ha perdido cualquier relevancia internacional.
45º Rallye de Sanremo 2003
Para la edición de 2003, en la que nuestro protagonista, dicho sea de paso, no disfrutó de mucha fortuna, Skoda inscribió los nuevos Fabia WRC que habían debutado en el rally de Alemania dos meses antes con resultado de abandono. Ni Didier Auriol, ni Tony Gardemeister pudieron acabar tampoco el rally de Finlandia y tan solo consiguieron los puestos 11 y 12 en el Rally de Australia, con lo que llegaban a San Remo con pocas esperanzas de podio. De hecho solo Auriol pudo repetir la posición en Australia, mientras el finlandés tuvo que retirar su Skoda por sufrir un accidente.
Mejor suerte tuvieron los franceses de Citroën, Sebastien Loeb y Daniel Elena, que dominaron el Rally de principio a fin. Los británicos Richard Burns y Robert Reid llegaban como líderes del mundial en su Peugeot 206 WRC a la prueba, la número 11 de la temporada, a 2 puntos por delante del Citroën Xsara WRC de Sebastien Loeb y Daniel Elena y 4 puntos de ventaja sobre los españoles Carlos Sainz y Luis Moya, también al volante de un Xsaara WRC oficial. Cuarto era el Subaru Impreza de Petter Solberg a 9 puntos del líder. Tras la primera etapa Loeb lidera y mantiene el tipo frente a las acometidas del Peugeot 206 WRC de Marcus Grönholm y aventajándole en 49 segundos, detrás llega un impetuoso Marko Martin en su Ford Focus a más de un minuto. Sainz, que llega convaleciente de una operación por cálculos en el riñon ocupa la cuarta plaza.
La segunda jornada del rally viene marcada por la retirada de Solberg, oficialmente por problemas eléctricos, pero todo el mundo sabía que se había quedado sin gasolina a 3 kilómetros de llegar al final de la etapa. Marko Martin vuela y se lleva cuatro especiales terminando la etapa a 42 segundos del líder, por delante de Grönholm que pierde tiempo y se queda a más de 1:10, Gilles Panizzi remonta hasta la quita posición. Sainz sigue cuarto a 1:42 de Loeb y Burns es en este momento séptimo en la clasificación, muy lejos de su mejor nivel.
En la última etapa del rally la lluvia hace acto de presencia y la elección de neumáticos es protagonista. Panizzi con intermedios sigue remontando, adelantando a todos y terminando el rally en segunda posición detrás de un conservador Loeb y aprovechando un despiste de Grönholm que le supone un accidente y abandonar la prueba. Martin conserva la tercera posición a 54 segundos del francés de Citroën y Sainz es cuarto a casi 4 minutos del campeón. Burns termina séptimo a más de 7 minutos y nuestro protagonista, el Skoda Fabia WRC del francés Didier Auriol, junto a su compatriota en el asiento del miedo, Denis Giraudet terminan en la duodécima posición a casi 15 minutos de la cabeza
Skoda Fabia WRC Superslot
El fabricante británico Scalextric, Superslot en España, comercializó allá por 2004 el Skoda Fabia WRC con el que los franceses Didier Auriol y Denis Giraudet participaron en el Rally de Sanremo de 2003, en un momento en el que el slot estaba en un momento álgido y muchos de los coches de rally que veíamos en las pruebas del mundial eran reproducidos con mayor o menor acierto por los fabricantes. Sin duda Superslot coseguía unos acabados estéticos más que notables y unos acabados dinámicos, para ser suaves, con un gran margen de mejora.
No me cabe duda de que este Skoda Fabia WRC no es un coche que goce de demasiada popularidad entre los aficionados, ni por su palmarés en el mundial, no obtuvo resultados reseñables hasta su versión R5, ni por su relevancia en nuestras carreteras.
Sin embargo, para mi siempre ha sido un coche que ha disfrutado de todas mis simpatías, es de esos coches que no tiene un gran protagonismo internacional pero que lo acurrucaría todas las noches hasta que se durmiera. Me encanta su línea y su agresividad, al igual que su tamaño. Y creo que la versión de Superslot es una auténtica gozada, que en mi opinión engrandece mi colección.
Y es que si nos fijamos en todos sus detalles podemos ver un coche bien realizado y bien terminado. La tampografía es muy correcta, las líneas están perfectamente definidas, no hay solapamiento de colores e incluso los logos más pequeños son perfectamente legibles.
El frontal es impecable, lo mires por donde lo mires es muy complicado encontrarle un defecto, ni siquiera un pero. Se ve limpio y bien terminado. Una delicia para la vista
Pero entrar en la zaga tampoco te deja indiferente. La realización es casi perfecta. Quizás sean los faros traseros los que se ven algo raros respecto al modelo original, sin embargo, hay que fijarse mucho para apreciarlo, por lo que no le resta vistosidad al conjunto
No me cabe duda de la meticulosidad del trabajador de Superslot que realizó las llantas OZ de cinco brazos tampografiadas, están en un nivel superior. Los discos de freno quizás estén demasiado cromados, pero con la llanta conforman un conjunto no muchas veces visto en nuestros cochecitos.
Las tomas de aire, las antenas, cierres, etc… son detalles que suman a la reproducción aunque echo en falta a la persona que hizo las llantas cuando hablamos de los marcos de las ventanas, quizás quedan un poco huérfanos en las ventanas de los pilotos.
El interior también está decorado, sin demasiados alardes, pero el salpicadero, y los pilotos están pintados, quizás las cabezas de estos sean un poco grandes, pero hay que ser muy tiquismiquis para dar importancia a este hecho. Lo que sí me parece sublime es que los asientos estén decorados con la marca del fabricante y el nombre del piloto y copiloto respectivamente. En un coche de plástico de 35 – 40 euros de la época.
La última vuelta
Superslot fabricaba y fabrica coches de slot a muy buen nivel, sus reproducciones la mayoría de las ocasiones son muy fieles en cotas y en decoración. Se sigue echando en falta una mejora dinámica clara, pero aún así, creo que de las marcas más generalistas es una de las que mejor trabaja estéticamente. El único pero que le pongo, y es un gran pero, es que con los años sus coches amarilleen alarmantemente. Hay algo en los plásticos que utiliza que lleva al coche a un amarillo rancio, como algunos electrodomésticos de la época blancos, consolas de videojuegos, etc… Existen tratamientos, pero hay que probarlos…
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