Era 1980 cuando un joven piloto finlandés de 24 años se convertía en el hombre más joven de la historia en conseguir una prueba del Campeonato Mundial de Rallyes desde su instauración ya como campeonato oficial en 1973.
Y es que Henri Toivonen era llamado a ser el del mejor piloto de la historia, pero como ocurre muchas veces, en estos casos, el augurio se trunca en unas décimas de segundo, cuando la dama negra sesga la vida del personaje en cuestión, y en 1986 su Lancia Delta S4 cayó por un barranco en las carreteras corsas convirtiéndolo en una bola de fuego. DEP.
No puedo negar que tengo debilidad por este finlandés mucho más volador que otros que llevan el mismo apodo, verle pilotar era algo tan espectacular que no dejaba indiferente a nadie. Si hubo un solo piloto que estaba a la altura del espectáculo que era Grupo B, ese sin duda fue Toivonen, lástima que el coche que pilotaba no volara a la misma altura que el finlandés.
Pero era 1980 y las manos de Toivonen estaban en el volante de este Talbot Sunbeam Lotus de dos ruedas motrices, que sin estar entre los favoritos a ganar el Rally Lombard por delante del señor RAC Hannu Mikkola vencedor de las dos ediciones anteriores y de las dos posteriores, éxito solo superado por Peter Solberg quien venció las ediciones de 2002, 03, 04 y 05, eso sí tras la retirada de varios de los favoritos como Waldegard, Salonen, Vatanen o Blomqvist y la no participación del ya campeón de la edición de ese año Walter Röhrl.
Pero, además de Toivonen, Talbot salió más fortalecida de esta victoria ya que no cosechaba un éxito de esta magnitud desde 1968, permitiéndole además sentar las bases para la consecución del título un año más tarde en el campeonato del mundo de marcas con una única victoria, la cosechada en el rally de Argentina.
Una vez más asistimos a la mejora de la calidad de los productos de Tecnitoys, este Talbot Sunbeam Lotus pilotado por Toivonen y copilotado por el inglés White, es una reproducción exquisitamente terminada. Por catalogarla de alguna manera pasaría al grupo A de las reproducciones de Scalextric.
Como casi siempre el interior deja bastante que desear, aún siendo troqueladas algunas de las partes que lo componen la decoración no la ven ni de lejos. ¿Por qué a veces sí y a veces no?
El gran logo de Talbot se sitúan en el techo del coche dándole un aspecto espectacular
Por lo demás el aspecto del coche es espectacular, muchos son los detalles que se pueden observar en el coche, desde los tiradores de las puertas, muy en la línea habitual de Tecnitoys, como la parrilla del capó, las tomas de aire tras las ventanas laterales, los cierres del capó como el logotipo de la marca en la parrilla del frontal.
Sorprendentemente la tampografía de los faros supletorios delanteros está perfectamente centrada y definida, cosa rara, cuando lo habitual es que los dibujos se muestren torcidos o desplazados, veremos en la reproducción comercializada por Altaya si seguimos en esta buena línea.
Tanto las llantas son bastante correctas, pero los pasos de rueda son espectaculares. Los logotipos, por pequeños que sean siempre figuran perfectamente definidos. Incluso los remaches de las planchas metálicas por delante de los pasos de rueda traseros son increíbles. Quizás el blanco de la carrocería podía haber sido algo más luminoso, al estilo del que utiliza Ninco o Slot.it, pero en conjunto es bastante correcto.
El elemento cutre que, una vez más Scalextric no puede dejar de incluir en sus coches, se encuentra en el interior de esta pequeña maravilla. Y es que cuando comprobamos que el chasis tiene tan solo dos tornillos, que tan solo una pestaña de fácil desgaste natural se introduce en la carrocería, que la guía está muy bien situada por delante del eje delantero, y que a pesar de que pese a la estrechez del coche se puede poner uno manos a la obra para darle ese toque que lo haga competitivo, te encuentras con que el motor no es otro que el pleistocénico RX41, ¡Huuuuuuyyyyyyy! ¡Por un poquito no nos colocan unos pedalillos! Y habrá quien diga “se cambia y listo”. No caballero, no, que lo cambie Tecnitoys, al menos por el RX41B, más moderno y “potente”, ¿o cuando usted compra una casa quiere que la iluminación sea por candiles?
La última vuelta
Sin duda este es un coche tremendamente adictivo para los aficionados a los rallys y a nuestro pequeño hobby. El trabajo de la marca española sobre la reproducción es impecable, salvando el problemilla con el motor, por lo que no hay duda de que es un coche que hará las delicias de todos nosotros.
En definitiva, como Toivonen en el RAC de 1980 este Talbot Sunbeam Lotus ocupa el lugar que le corresponde en la pista venciendo fácilmente en la última vuelta.
0 comentarios