El Lancia 037 es uno de los coches del que más se ha escrito en la historia de los rallys. No hay un buen aficionado a este deporte que no conozca de su existencia y de sus logros.
Fue un coche concebido para la competición y más concretamente para el campeonato del mundo de rallyes de la FIA. Basado en el Lancia Beta Montecarlo, su hermano de circuito, supo sustituir al más laureado de los coches de la marca italiana, el Lancia Stratos. Se trataba de dar continuismo a las victorias conseguidas por este último. Para ello Lancia dotó a este coche de 325 caballos de propulsión trasera y fue homologado para el grupo B. No llego a la altura del Audi Quattro, pero si le dio un título de campeón del mundo a la marca italiana en 1983 y otro del campeonato de Europa de 1984.
Para 1982, Lancia tuvo que afrontar las nuevas modificaciones en las normas del campeonato del mundo. Y en Abril de ese mismo año, una vez homologado, después de la fabricación de 200 unidades en diciembre de 1981 Cesare Fiorio, gerente de la Fiat del Grupo de Actividades Competiciones presentó bajo el epígrafe de Lancia Rally a su nueva arma. El Lancia 037 debutando en el Costa Smeralda Rally con retirada de sus dos vehículos por problemas en la caja de cambios
El proyecto fue desarrollado por Lancia, Abarth y Pininfariana llegando a la versión definitiva en mayo de 1982, siendo presentado en su versión calle en la Motorshow Internacional de Turín con gran éxito entre los asistentes. Bajo un color rojo sangre se escondían 205 caballos superando los 220Km/h sin dificultad. Aceleraba de 0 a 100 en menos de 7 segundos con su motor de 2 litros, 16 válvulas y 4 cilindros.
Aunque Fiat quería un coche que viniera de las grandes producciones en serie y Lancia pretendía una sustitución de su mítico Stratos por un coche concebido para las carreras, al final, la nueva normativa obligó a producir un coche más al estilo de lo que quería Lancia, pero se utilizaron muchas soluciones técnicas que en el 131 abarth habían funcionado perfectamente, como el uso de las dos ruedas motrices en vez de las 4 que prponía Audi para su Quattro. Igualmente, el Ingeniero Sergio Limone propuso montar un motor turbo, pero el poco tiempo del que se disponía para la homologación del coche hizo declinar dicha propuesta.
Una de las virtudes de este 037 era su dinámico chasis. Mucho más simple que el de sus rivales, permitía diferentes configuraciones en función de las necesidades de los pilotos o los trazados, también, facilitaba realizar reparaciones mucho más rápidas del mismo durante las carreras. Heredó de su hermano mayor el Lancia Beta Montecarlo el sistema de suspensiones, prescindiendo de los antiguos Mcpherson del 131, que le proporcionaba mucha más flexibilidad para diferentes set-up
Pininfarina fue el encargado del desarrollo de la carrocería, como antes lo había sido del Lancia Aurelia B20, B24 y de la gama coupé, el resultado fue excelente, teniendo en cuenta las capacidades aerodinámicas que se extraían de los túneles de viento de la época y de las similitudes del coche con el Lancia Beta Montecarlo, estructura de soporte, ubicación del motor, diseño de suspensiones para su fácil manipulación, etc…
Lancia 037 Rally El Corte Inglés 1986 Fly Car Model
La marca madrileña nos presenta en esta ocasión, en versión limitada de 500 unidades y de venta en exclusiva en El Corte Ingles, el Lancia 037 correspondiente a la versión pilotada por Salvador Serviá en el Rally El Corte Inglés, que se celebró en Las Palmas de Gran Canaria en 1986, prueba puntuable para el campeonato de España y de Europa de rallys.
Aquel rally tenía el aliciente de la participación de pilotos de talla internacional como eran el italiano de Lancia, Franco Cunico y el brtánico Jimmy McRae, piloto de la también británica MG.
Al comenzar el rally Carlos Sainz y Antonio Boto con el R5 Maxiturbo se colocaron en cabeza muy igualados con el italiano Cunico y su 037, pero un pinchazo del madrileño hizo que perdiera tiempo y permitió que el italiano se colocara en primera posición. Detrás de ellos venían Zannini y Autet, con su RS200 y McRae y Grimdod con el MG Metro 6R4. Serviá acudía al rally con un coche nuevo pero en el tercer tramo tuvo problemas con el cable del acelerador, lo que le hizo salirse de la pista y abandonar el rally.
En la segunda etapa Cunico tiene una salida de pista y choca con un coche particular. El público se le echa encima exigiéndole los papeles del seguro. Este incidente le hace perder 20 minutos por lo que opta por la retirada, dejando a Sainz como líder de la carrera y a la postre, vencedor de la prueba.
Zanini, tras una dura pugna con McRae, pudo imponerse al británico consiguiendo subir al podio en segunda posición relegando al británico a la tercera plaza. Cuarto fue el piloto de Opel Beny Fernández que con su Manta 400 terminó por delante de Lamberti con el otro Opel Manta 400.
Adentrándonos en la reproducción del coche, comprobamos que a pesar de que la reproducción del modelo no es tan atractiva como otras realizadas por el fabricante madrileño, si mantiene algunas de las características por las que Fly sigue siendo un referente en la reproducción de coches de Slot.
La línea del coche es preciosa, muy bien conseguida y con un nivel de realismo elogiable.
La parte delantera es, quizás, lo que más me guste de la reproducción. Creo que las tulipas de los faros que monta la empresa madrileña son los mejores que puedes encontrar en el mercado. Tienen un brillo tan peculiar que te embelesas observándolos.
La trasera no es menos espectacular. La rejilla que envuelve los faros está perfectamente acabada y permite ver la trasera del coche con gran precisión
El motor simulado es una auténtica delicia para su observación. A mi entender este es otro de los mejores aspectos con los que Fly dota a sus reproducciones.
La reproducción es la misma que la de sus predecesores, llena de detalles. Tanto la farera delantera, como las llantas o las tulipas traseras, escapes, etc son dignas de elogio. Muy por encima de los que nos tienen acostumbrados otras marcas del sector.
Un aspecto que debe mejorar la marca madrileña es el que se refiere a la tampografía, que aunque se mantiene en una calidad excelente, en mi opinión desmerece la de los antiguos modelos, que eran auténticas bellezas.
Otro error imperdonable es la diferencia de dorsales que existe entre el que lleva las placas de rally, el 5, y el que llevan los dorsales laterales, el 1
El otro gran debe que tiene este coche, o al menos mi unidad, es que no posee las calcas que incluye siempre Fly con la publicidad del tabaco para terminar de decorar el modelo. Lo que es imperdonable, más si de lo que se trata es de una serie limitada
Lamentablemente, esta es una de las reproducciones de coches que no ofrecen una épica acorde con lo que los aficionados a los rallys esperan. Por lo que la decoración, en mi opinión no es de las más acertadas.
En definitiva, es un coche, como otros tantos de Fly que tiene la particularidad de haber sido tratado como serie limitada para su venta en otra empresa, por lo que será objetivo de los coleccionistas, más que de los aficionados al automodelismo.
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