Audi había abierto la puerta a la tracción total en las carreras de rally con resultados excelentes y fabricantes como Lancia veían, que a pesar del buen comportamiento que había tenido desde 1982 su modelo 037, haciéndose incluso con el campeonato del mundo de 1983, el futuro era la tracción a las cuatro ruedas.
Además, la normativa vigente, que permitía un desarrollo irrefrenable de los motores de los coches hasta alcanzar potencias superiores a los 600 caballos, hacía que Lancia, de la mano de Abarth desarrollara un coche que pudiera dominar el campeonato del mundo de rallyes, tratando de seguir la estela que el Peugeot 205 T16 había dejado en 1985.
Así, en el RAC de 1985, última carrera del campeonato hace aparición el Lancia Delta S4, que hizo doblete en la prueba británica a los volantes de Henri Toivonen, que venció en la prueba y de Markku Alen que terminó el rally en la segunda posición.
1986 empezó como había terminado 1985, con Toivonen delante en Montecarlo, esta vez secundado del 205 T16 de Timo Salonen. Ese año Lancia parecía que iba a volver a ser su año, pero el trágico accidente que acabó con las vidas de Toivonen y Cresto en el Tour de Corse y la consiguiente retirada de Lancia del campeonato, dejó a los pilotos del León el camino libre para hacerse con su segundo campeonato consecutivo
No es la primera vez que le hago una entrada (aquí podéis encontrarla) al increíble Lancia Delta S4, estandarte, junto al Peugeot 205 T16 y al Audi Quattro Sport S1 del grupo B de rallyes. Por ello no quiero centrarme, ni en la historia del coche ni en las vidas de Toivonen o Cresto. Sencillamente hablaré del coche de Scalextric Hornby que me ha causado sensaciones contradictorias.
A la espera de que OSC deje de hacer aterciopelados refritos de su 205 (Fly returns?) y se lance a la fabricación del Lancia Delta S4, nos tendremos que conformar con el modelo que Scalextric Hornby ha puesto a la venta del mismo coche.
Lo cierto es que a pesar de ser una reproducción bastante notable, parece olvidar ciertas actitudes que habían hecho del gigante inglés una gran marca de Slot y que volvemos a ver reflejadas en este nuevo modelo.
Aún así, es una muy buena reproducción, con una zaga envidiable y una tampografía sensacional, tan sensacional que son ¡calcas! excelentes calcas, pero… calcas… Lastima de esas manchas de pintura sobre la inmaculada librea que hacen que el coche pierda calidad.
Los sentimientos que ofrece el frontal son contradicctorios si lo comparamos con la misma versión del coche que fabricó SCX para su colección de Altaya. Aún teniendo un acabado bastante aceptable, queda un poco a la estela de lo que los españoles hicieron. Las diferencias entre las parrillas y el faldón del paragolpes hablan a favor del modelo español, pero los faros y las calcas marcan una distancia notable a favor del modelo inglés.
No así ocurre con la zaga, Scalextric Hornby ha fabricado una delicatesen de este coche visto desde detrás, dejando al altayero a la altura del betún.
Y si hablamos de detalles, no nos podemos olvidar de las llantas. Hornby hace un gran trabajo siempre en lo referente a este aspecto
Pero no comparemos un modelo con otro, hagámoslo con el modelo real, ese modelo que mostraba con orgullo a su patrocinador principal, patrocinador principal que Hornby ha preferido omitir por no caminar sobre el alambre. Ya la palabrita “Racing” era bastante patética, pero al menos dejaba buen sabor de boca a los que no sabían leer o más o menos conforme a los que solo entienden de dibujitos, pero omitir el logo completamente es algo lamentable, por no decir despreciable. Pero eso sí, para meterlo en una caja de cartón con un Audi S1 y pedir 84 libras por el injerto no les ha temblado el pulso…
En todo lo demás el coche cumple con los estándares del fabricante. Coches con acabados brillantes, bien ejecutados y con buenos detalles. Y como siempre siendo coches, que con imán, no lucen en la pista y que, al quitárselo, son lo más lejano a cualquier tipo de diversión.
Ya que empieza a estar de moda que ciertos fabricantes confeccionen chasis con posibilidades de competición para otras marcas, no sería mala idea hacer lo mismo para los coches de Hornby. La sugerencia ahí queda
La última vuelta.
Scalextric Hornby o Superslot aquí en España es un fabricante que no ha dejado de susperarse a sí mismo desde lo años 90, sus otrora modelos calamitosos, de aspecto triste y acabados aún peores ha pasado a fabricar coches cuyos estándares de calidad son referencia hoy en día en el mundo del slot.
Por eso me extraña esa pequeña involución sufrida en este Delta S4. Hace pocas semanas hablaba del S1 de Michelle Mouton que era una maravilla y este S4 no es capaz de aproximarse a la calidad del Audi. Tan solo la zaga de este coche está a la altura.
De acuerdo contigo, el de SCX tiene mejores cosas que este de Superslot y va mejor en pista